La fiesta se traslada a las terrazas y deja las playas sin hogueras y prácticamente desiertas
P. S.
gijón.
Miércoles, 24 de junio 2020, 02:08
La imagen que ofrecían ayer los principales arenales de la ciudad en una noche como la de San Xuan dejaba más que patente la anomalía en la que la pandemia convirtió la velada. Tanto San Lorenzo como Poniente y El Arbeyal lucieron prácticamente desiertas, muy lejos de ser los focos de aglomeraciones de otros años. La alcaldesa, Ana González, había apelado en los últimos días a la responsabilidad de los gijoneses para evitar las habituales imágenes de playas llenas de hogueras, incompatibles actualmente con las medidas de seguridad dictadas por las autoridades sanitarias para evitar el contagio.
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Confiada en que la ciudadanía lo entendería, y al contrario que lo que se hizo en otras ciudades españolas, González renunció a cerrar los arenales. Sí dejó claro no obstante que perseguiría el botellón, «una actividad que no está permitida», motivo por el que se reforzó la vigilancia para evitar posibles sustos. Varias patrullas de Policía Local se encargaron de velar porque nadie se saltase la norma. «El coronavirus sigue estando aquí y tenemos que ser muy prudentes para no volver atrás», recordó la regidora.
La playa de Poniente, donde habitualmente se ubica la gran hoguera, en torno a la cual se van juntando pequeños grupos de gente con las suyas propias, estuvo especialmente vigilada por los agentes, que incluso colocaron una cinta para evidenciar la prohibición. También se aumentó la vigilancia en la zona del espigón, junto a Talasoponiente, lugar donde habitualmente grupos de jóvenes organizan botellones y reuniones que exceden las condiciones permitidas. Por su parte, también en San Lorenzo se mantuvo una especial atención. La playa comenzó a vaciarse a partir de las nueve de la noche sin que hubiera que lamentar ninguna incidencia en las horas posteriores.
Ante este escenario y las insistentes recomendaciones que se hicieron por parte del Ayuntamiento para evitar las habituales imágenes de San Juan, los gijoneses llevaron la celebración a las terrazas, manteniendo eso sí, en su mayoría, las distancias mínimas requeridas. Los bares del centro estuvieron prácticamente abarrotados durante toda la velada, con la ciudad controlada por un operativo de la Policía Nacional similar al de un fin de semana para evitar cualquier tipo de altercado o aglomeración no permitida.
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