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Gijón, lleno hasta la bandera a pesar del tiempo
Gastronomía e iluminación. Los turistas vienen a la ciudad para probar la comida típica y la sidra. Las luces de Navidad y la pista de hielo son los alicientes para aquellos que acuden con niños
La navidad más iluminada, una pista enorme de hielo, atracciones para los más pequeños, mercadillos y una gastronomía envidiable. Todo eso y mucho más han ... hecho que Gijón sea el lugar ideal para pasar este puente de la Constitución. Bien sean turistas o ciudadanos, el transito por las calles de la ciudad ha sido más que notable desde que comenzaron los días festivos. Y, a pesar de la bajada de temperaturas, no ha sido un impedimento para que se siga disfrutando de los planes ya programados.
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Pilar Ortega agradecía este tiempo, «es lo que venimos buscando». Ella, que vive en Madrid, acudía con su familia a Gijón porque su pareja, José Luis Ortiz, es de la ciudad. «Del Natahoyo, concretamente». Explicaron a EL COMERCIO que durante estas fiestas están viendo la ciudad «muy llena» y, aunque para ellos «no es muy cómodo que se acumule tanta gente» para Gijón «es algo maravilloso». En su caso, llegaron el jueves por la mañana y se quedarán hasta el lunes por la tarde. «Vamos a estirarlo al máximo». Pero los protagonistas de este viaje eran Gonzalo Cases y Simón Cases, de 5 y 8 años, nietos de Ortega. «A ellos les encanta venir a ver las luces. Además, la ciudad está más iluminada», celebraron.
Con unas cervezas empezaron el vermú Patricia Ruiz, Lidia Gómez y Cristina Ron. Las dos primeras gallegas y la tercera asturiana venían «a empaparnos de Asturias». Durante el tiempo que estuvieran en Gijón, iban a aprovechas a tomar «unos cuantos culines» para celebrar que la UNESCO declaró la sidra patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. «¡Qué menos!», indicaron. Esto lo acompañarían «de un buen cachopo» y unas fabas, «¡por qué no!».
«Hay que tomar unos culines ahora que la sidra es patrimonio inmaterial de la humanidad, ¡qué menos!»
A parte de la comida, aprovecharían su paso por la ciudad para ver la iluminación navideña. «Me van a sorprender», auguró Gómez, que ya había visto las de Oviedo. «Creo que van a ser más bonitas las de Gijón, solo por lo que ya he visto sin encenderse». Que lloviera no iba a entorpecer sus planes, «al ser gallegas estamos acostumbradas. De hecho el tiempo está mejor de lo que pensábamos».
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Con los más pequeños en casa, las atracciones de Inverland se convirtieron en un atractivo y perfecto plan en familia. Alejandro Suárez y su hija, Naila de siete años, decidieron pasarse por la pista de hielo. Salían un momento en busca de una foca para ayudarse a patinar. «Vamos a ver si de esta forma caemos un poco menos», reía su padre. Siendo de Gijón, indicó que «es estupendo que se hagan estas iniciativas para los niños, e incluso con el espacio que hay en el Solarón se podría ampliar».
Como ella, otros niños también pasaban el rato patinando. Maialen Pulido, Ekiñe Sanchez, Emilia Izaguirre y Beñat Ekiza eran cuatro de ellos. Todos de Bilbao, vinieron con sus padres y amigos a pasar en Gijón el puente. «Hemos alquilado una casa en Deva porque somos quince en total... ¡más un perro!», explicó Arguiñe Rodríguez una de las madres. Buscando un mercado navideño, encontraron la pista de hielo. «Parecía más pequeña desde lejos», decía Maialen. Y, aunque hubo una que otra caida, los cuatro niños deseaban «volver a repetir».
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El Menax, parada obligatoria
Los que sí que encontraron el Menax fueron Cristian Bueno, Sandra García y sus hijos, Enzo y Gael. Aunque son de El Entrego tienen una casa en Gijón a ña que siempre se escapan. Si el tiempo lo permitía estarían todo el puente. El mercadillo navideño era parada obligatoria. «Siempre nos presta venir y siempre compramos algo», señaló García. Sobre la ciudad, «cada vez la vemos más llena en fechas señaladas», apuntaron. Y, del alumbrado de Navidad ya tenían una zona favorita: «la del puerto, sobre todo, el barquito».
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