El parque de Isabel la Católica culminará su última gran reforma con la renovación de juegos

La última gran reforma del parque de Isabel la Católica de Gijón, que se inició en 2021 en plena pandemia, culminará la próxima semana con la renovación de los juegos infantiles en cinco areneros de los quince en que se organiza el espacio lúdico para niños del pulmón verde gijonés. El Ayuntamiento ha invertido en los últimos tres años en torno a 1,8 millones de euros para poner al día las instalaciones del principal parque gijonés. Ese dinero ha ido a parar a mejoras como la restauración el sistema hidráulico del parque que engloba los dos estanques, el canal, la comunicación entre ambos y las salidas de agua y aliviaderos (932.994 euros). También se han acometido actuaciones como la reposición de barandillas de madera y la rehabilitación de varios edificios como el almacén, el lazareto, el edificio de oficinas y vestuarios, la pajarera, el palomar y la pérgola anexa a los aseos (460.000 euros).

La intervención para renovar la zona de juegos infantiles empezó el pasado mes de agosto con las obras para eliminar los bordillos de madera que delimitan las diferentes áreas de juegos del parque. Las piezas que estaban podridas y astilladas por el paso de tiempo se han sustituido por nuevos bordillos de granito pulido redondeado, Con estas obras, presupuestadas en 44.965 euros, también se ha aprovechado para reponer arena de sílice en los areneros donde hacía falta.

A partir del próximo lunes, día 11, empezará la instalación de una nueva remesa de juegos infantiles de la firma Hags que sustituirá a otros que han concluido su vida útil. Los niños gijoneses podrán disfrutar de balancines, juegos multigiro, circuitos de habilidad, estructuras modulares y una variedad de nuevas atracciones diseñadas para que sigan disfrutando de este espacio lúdico. Esta renovación se hará con cargo a un contrato de 365.289 euros para diez lotes repartidos por toda la ciudad.

En los últimos meses también se ha producido un cambio importante en el parque gijonés que concierne al cuidado de la colección de aves que tiene como núcleo zoológico. El lunes 9 de septiembre fue el último día de trabajo después de 20 años de José Luis García, conocido como 'García', como responsable de la atención, alimentación y cuidado de los animales y al día siguiente pasó a desempeñar esa labor una nueva empresa. Laurus, que coincide que es la misma que viene ocupándose desde hace años del control poblacional de gaviotas y palomas para el Ayuntamiento. Esta nueva empresa ya ha tenido un encontronazo con colectivos animalistas por instalar una jaula en el gallinero del parque para cazar palomas. Según Laurus, las palomas estaban contagiando enfermedades a los animales que están allí en cautividad y además se comían hasta el 80% del alimento destinado a estas aves. Pero la reacción de un grupo de activistas de liberación animal fue asaltar el gallinero y destrozar la jaula, daños que fueron denunciados a la Policía.

La importante actuación llevada a cabo con el dragado de los estanques ha quedado incompleta por el grave problema de fugas que tiene el canal del Molín, la conducción que abastece de agua ambas lagunas y que provocó la pasada primavera la aparición de algas en el estanque grande. Está pendiente un ambicioso proyecto de reparación e impermeabilización del canal, con un coste de 1,6 millones de euros, que se deberá afrontar el próximo año con cargo al remanentes de tesorería.

También está previsto para el próximo año restaurar, como mínimo, esculturas del parque: el busto de Fleming y el monumento al ingeniero Manuel Orueta. Y queda ver, asimismo, qué pasa con el bar tras el cierre de Espicha Park.

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