Hartazgo en Ceares por la «actitud incívica» de unos vecinos

Años de conflictos con un matrimonio que reside en una vivienda en la carretera de Ceares, casi a la altura de la Sidrería Casa Pepe, provocaron ayer una intervención policial, que no es la primera. Los vecinos afectados aportan pruebas, a las que ha tenido acceso EL COMERCIO, que certifican «una conducta incívica» con el vecindario e incluso con algunos de los viandantes que pasan por la acera delante de su parcela, entre ellos, en algunas ocasiones, alumnos del Colegio Montedeva.

La última disputa tuvo lugar durante la mañana de ayer. Los vecinos de la finca colindante avisaron a la Policía Local para alertar de que la mujer «estaba arrojando platos y cristales a su patio». Y aclaran: «Hoy les dio por eso, pero otros días se dedican a insultarnos, tirarnos agua o sulfatar nuestras plantas», asegura Mónica Álvarez, vecina de la finca colindante y madre de dos niños de 3 y 7 años.

Según su versión, dicho matrimonio ha llegado incluso a denunciarles por, supuestamente, haber quemado los árboles de su finca. La denuncia, explica, «fue desestimada porque un perito agrícola comprobó que ni siquiera habían existido tales árboles». A su juicio, el origen del conflicto con el matrimonio es debido a la declaración, en calidad de testigo, que ofreció el marido de Álvarez en el juicio de otro vecino contra ellos.

En los últimos meses, el problema se ha agravado. Por ello, la asociación vecinal del barrio y la Asociación de Familias de Alumnos (AFA) del Colegio Montedeva han iniciado contactos para interponer una denuncia conjunta.

A pesar de las intervenciones policiales habidas, Mónica Álvarez afea al cuerpo armado que no haya tomado «medidas suficientes» para poner fin al conflicto en el cual, dice, ya se han visto involucrados varios menores de edad.