«Los jabalíes me están dejando sin nada»

Cada noche, antes de acostarse, cumple con el mismo ritual. Sale de casa, linterna en mano, y trata de identificar entre las sombras las siluetas de los jabalíes que llevan ya varios días colándose en su propiedad. Arrasando con todo. No siempre hay suerte. Lo normal es que no se los encuentre y, por tanto, no los pueda espantar. Pero entrar, entran. Lo sabe porque a la mañana siguiente «es cuando veo los daños» en la huerta. Una huerta en la que tiene plantado de todo: «Maíz, fabes, tomates, pimientos..., pero estoy quedando sin nada por culpa de los jabalíes». No sabe cuantificar los daños. Pero lo que sí sabe es que «para mí, que soy el que lo trabajo, son unas pérdidas muy importantes».

Manuel García Miranda, vecino del Camino del Anisal, en Castiello de Bernueces, dice que se cuelan en su propiedad desde una finca anexa, de titularidad «municipal», que «desde 2019 está sin desbrozar». Ahí tiene su refugio un grupo de «cinco o seis jabalíes» a los que su perro sí que detectó la noche del lunes. «Estaban pegados a la casa», cuenta este vecino. «Casi me matan al perro. Salieron a por él como fieras». Acabaron refugiándose «entre el maíz y les fabes» y «no hubo forma de echarlos fuera». Tampoco la acción de agentes de la Policía Local que acudieron a su finca, tras llamar a la central para alertar de lo sucedido, fue de ayuda. Los agentes regresaron ayer para ver los daños y aportar fotos y más datos al informe policial.

Mientras, el propietario, que dice haber trasladado ya el problema al concejal de Distrito Rural, José Ramón Tuero, insta al Ayuntamiento a limpiar la finca en la que según él han encontrado refugio los jabalíes. Es la solución más inmediata que encuentra para atajar un problema que le está quitando el sueño.

En Asturias, la población de jabalí ha experimentado en las tres últimas décadas un crecimiento anual estimado del 5,7%. En la actualidad hay censados unos 48.000 ejemplares. Al año se abaten 10.000, pero sería necesario sacrificar 25.000 para frenar su avance. Según datos del Principado, estos animales generan cada año cuantiosos daños en el medio rural, que alcanzan los 800.000 euros. Además de estar detrás de numerosos accidentes de tráfico. De ahí que el Gobierno regional se haya propuesto poner en marcha un plan de control para mejorar la gestión de la especie.

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