Un lugar para la inserción

Tiene siete años y hace tres meses que llegó a Gijón desde Afganistán. Todavía no sabe hablar español, pero está aprendiendo en el nuevo centro de día de la ONG Identidad para Ellos. Su programa Ipe Kids ofrece refuerzo escolar gratuito y actividades lúdicas y deportivas para niños de cinco a trece años. Está en El Llano, donde viven también los dieciséis niños que participan en este proyecto que quiere combatir, además, la exclusión social. Niños como Abdul, de seis años, y Angelina, de diez se han unido a este grupo. Tienen distinta procedencia -Siria y Santo Domingo-, pero comparten su motivación y ganas por ser imaginativos y, sobre todo, por crear lazos de amistad.

El 19 de abril el ansiado centro abrió sus puertas en la calle Julio y aseguran que ha tenido una gran acogida en el barrio. El espacio -abierto desde las 15 hasta las 19.30 horas para el apoyo escolar- dispone de 170 metros cuadrados con una amplia sala donde los más pequeños pueden hacer sus deberes, pintar, dibujar, crear... También hay cinco ordenadores con los que aplicar las enseñanzas educativas de su centro escolar y fomentar el manejo de las nuevas tecnologías. Una vez a la semana cogen sus mochilas y caminan hasta Los Pericones para incentivar la inclusión social con distintas dinámicas creativas y de ocio.

Los niños han sido derivados de distintos centros educativos a través de los orientadores. Los motivos son varios. Entre ellos, destacan una inserción tardía al sistema escolar o la necesidad de un refuerzo en el aprendizaje, pues la gran mayoría procede de distintos lugares del mundo: Afganistán, Siria, Marruecos, Santo Domingo, Senegal y Brasil. Y hay tres gijoneses.

El presidente de la ONG, Marcos Madrigal, explica que el objetivo fundamental es «ofrecer apoyo escolar a niños de familias monoparentales, en riesgo de exclusión o que sufren problemas económicos importantes». Es decir, extranjeros recién llegados o españoles en situación de vulnerabilidad.

Madrigal cree «que era necesario hacer hincapié en las actividades educativas y ocio alternativo en las que puedan participar todos aquellos niños con padres que trabajen». Un programa que sirve, explica, para «conciliar» la vida familiar y laboral. «Sobre todo, en aquellas familias que necesiten más tiempo de trabajo para generar unos ingresos mínimos para obtener calidad de vida», subraya el presidente.

Esta iniciativa surge de la colaboración con la Fundación Hadas, originaria de Mallorca, que tiene experiencia en este tipo de programas en otras comunidades. La coordinadora de Ipe Kids, Ana Martínez, es catalana y ha vivido en Mallorca varios años, donde trabajó con la Fundación Hadas y ahora para Identidad para Ellos. Martínez cree que estas iniciativas «tienen que expandirse por toda la ciudad, sobre todo, para combatir la exclusión social en la infancia».

En menos de un mes ya hay casi veinte escolares a cargo de un voluntario diario más una trabajadora social y la coordinadora, que prevé que el grupo se duplique «en cuestión de semanas o pocos meses». Por eso piden «más compromiso del barrio» para ayudar a través del voluntariado en su programa Ipe Kids. «Sobre todo para las actividades lúdicas y las salidas», insiste Martínez. A los cinco voluntarios que ya hay, se prevé que se sumen otros dos.

Se trata de «crear comunidad» y el centro implica también a los padres. Las familias «aportan una vez a la semana una acción voluntaria en el centro de día», como tareas de limpieza o reparación. «Con ello se pretende hacer un intercambio y que todos podamos crecer», sostiene.

Identidad para Ellos lleva desde 2002 dando apoyo integral a jóvenes que habían estado tutelados. No solo Ipe Kids está en funcionamiento. Sobre la mesa también está el proyecto Dédalo para facilitar el acceso a la vivienda. Asimismo, esta entidad impulsa la inserción al mercado laboral con el proyecto Fénix, a través de un trabajo de orientación y apoyo en la búsqueda de empleo.

En cuanto al nuevo centro, explican que es a través de él buscan poner coto a las consecuencias que tiene la pobreza infantil para atajar la situación de vulnerabilidad en la que quedan los niños con la idea de acabar con la 'herencia social' negativa. «Este centro es un sí al desarrollo integral y a la igualdad de oportunidades», aseveran.