«Gijón lo ha tenido especialmente difícil en esta segunda ola de la pandemia»

-¿Cuál es la situación actual?

-De calma. De alguna manera, se puede decir que estamos venciendo al virus. Eso se nota en el ambiente que se respira en el hospital. Hemos llegado a tener siete plantas para pacientes covid. En este momento tenemos tres para positivos y dos para sospechas. El resto son plantas no covid. El sábado entró en funcionamiento la quinta como planta 'limpia'.

-La pandemia obliga a un cambio constante...

-Más que un cambio es una transformación. Estamos sometidos a la evolución de la pandemia. Pero hay algo importante, jamás hemos dejado de lado a los pacientes no covid y eso nos ha salido caro en algún momento.

-Explíquese.

-El 1 de octubre éramos hospital no covid. Ese día, viendo la situación pandémica en la comunidad, reunimos a todo el equipo directivo, jefes de servicio y mandos intermedios para decirles que la situación podía cambiar en cualquier momento y había que estar preparados. Habíamos pasado el verano haciendo intervenciones quirúrgicas a todo tren, porque queríamos finalizar el año con la lista de espera en unos datos perfectos. Y en ese momento teníamos el hospital lleno con pacientes no covid. El día 3, sábado, pasamos a ser hospital covid. Eso significa que el hospital tuvo que transformarse de la noche a la mañana. Y no es fácil.

-Esta segunda ola epidémica ha sido más dura que la primera en toda Asturias, pero en Gijón sobremanera. ¿Cómo se vivió eso en el hospital?

-En esta segunda ola Gijón ha sido el centro neurálgico de la incidencia. Cabueñes ha sido capaz de transformarse para dar cobertura a las necesidades que se iban produciendo, que han sido muchas. Aunque todas las áreas lo hayan tenido difícil, Gijón lo tuvo especialmente difícil, pero salió gracias a los profesionales, que han estado al pie del cañón.

-¿Qué pasó para que hasta el verano fuéramos los mejores y luego la segunda ola nos arrasara como un tsunami?

-Se hizo un gran trabajo por Atención Primaria, de detección precoz de casos, de aislamiento domiciliario, de que no se acudiera a urgencias. Y la declaración del estado de alarma, que nos encerró a todos en casa, hizo que se controlara la incidencia de manera importante. ¿Qué ha pasado ahora? Que en muy poco tiempo ha habido una muy alta incidencia y eso ha hecho que haya aumentado la hospitalización y el ingreso en UCI.

-Para el personal hubo falta de planificación...

-No estoy de acuerdo. La planificación de actuación ante la pandemia es del Principado. Cabueñes no se inventa nada. Puede que a la gente le resulte difícil que de un día para otro una planta cambie de no covid a covid, pero esto tienen que funcionar así. Cabueñes no tiene una infraestructura como el HUCA, para decir 'toda esta zona de covid, esta de no covid, aquí pongo UCI...'. No, nosotros teníamos una UCI con 14 camas y hemos tenido que montar una con 44.

-Han pedido su dimisión. ¿Ha pensado en arrojar la toalla?

-Yo he venido a Asturias a trabajar. Vine para empezar la obra del hospital nuevo y, al mes y medio, surge el coronavirus y nos chafa los planes. En los momentos difíciles es precisamente cuando hay que estar. Lo cómodo hubiera sido decir '¿hay un problema? Pues me largo'. No, yo he venido aquí a trabajar y me quedo.

-¿Cree entonces que todo se ha hecho bien?

-No, tampoco eso. Todo es siempre es mejorable. Trabajamos con la buena voluntad y las ganas de hacer las cosas bien. Siempre tenemos en la mira un objetivo: el paciente. Y ahí todo el equipo tiene que ir a una. No queda otra.

-¿Qué nos deja de positivo la pandemia?

-Ha puesto de manifiesto que el nuevo hospital de Cabueñes no se puede demorar ni un segundo. Además, se ha incorporado más de medio millar de profesionales. Nunca en su historia ha tenido un incremento de plantilla como este año. En el capítulo 1, el de personal, vamos a gastar 168 millones de euros, siete más que el año pasado y 16 más que el anterior.

-Se han eliminado las camas S, las que convertían en triples habitaciones dobles. Además de derivando más pacientes a Cruz Roja, ¿cómo se ha compensado su desaparición?

-El plan para sustituir las 57 camas S que eliminamos pasó por habilitar la 5ª planta como planta de hospitalización, con 34 camas, para lo que hubo que desocupar todos los despachos y llevarlos, de manera transitoria, fuera. Además, hemos ubicado toda la pediatría en la 6ª centro, en lactantes, que tiene once camas. Eso nos deja toda la sexta disponible, 47 camas en total. Además, se han habilitado otras 20 en la planta cero, para positivos de covid. Eso va a suponer que habiendo quitando las camas S, Gijón gana en cantidad y calidad de camas para pacientes hospitalizados.

-¿Qué volumen están derivando a Cruz Roja?

-Cada día tenemos cuatro o cinco pacientes para derivar.

-¿Cuándo se podrá retomar la actividad programada?

-La oncológica, urgente y no demorable se ha mantenido y se está programado un incremento progresivo de los programas especiales, de tarde, como se hizo por el verano. Eso se va retomar inmediatamente.

-¿Será por fin 2021 el año de inicio de las obras de ampliación de Cabueñes?

-Tiene que ser. Le aseguro que va a ser.

-¿Y del consultorio de Nuevo Roces? Los presupuestos regionales reservan un millón de euros para esa obra.

-Esa ha sido una magnífica noticia. La información que tengo es que sí, que empezarán este año.

-Sin embargo, para el de Vega-La Camocha se reduce la partida a 78.000 euros.

-Nosotros como área no decidimos ahí. Imagino que la consejería tiene sus razones. En cualquier caso, esa obra se va a hacer. Luego intentaremos dotarla con lo que sea necesario.

-El puesto de apoyo a las urgencias, el hospital militar de campaña, ¿ha sido de utilidad?

-De utilidad relativa. En la primera semana, del 24 al 30 de noviembre, atendió a 63 pacientes. Es una media diaria relativamente baja.

-¿Se va a mantener activo?

-Desde este lunes (por hoy), lo estará en las fechas posteriores a los puentes de Nochebuena y Nochevieja, en previsión de una afluencia masiva de pacientes.

-¿Se trabaja en la planificación de una posible tercera ola?

-Ahí estamos. La planificación a grandes líneas está ya definida. Los pacientes sospechosos de covid en planta serán menos o estarán menos tiempo porque el diagnóstico ahora es más rápido y eso nos va a agilizar el hospital.