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Viesques. Las farolas altas de la avenida Mar Cantábrico, en Viesques, aglutinan buena parte de las quejas.

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Viesques. Las farolas altas de la avenida Mar Cantábrico, en Viesques, aglutinan buena parte de las quejas. FOTOS DE ARNALDO GARCÍA
Iluminación en Gijón

«Se necesita mucha más potencia»

Luminarias. Los vecinos de los barrios donde ya se han instalado las luces led reclaman «más intensidad» para evitar «espacios del miedo» durante la noche

GUILLERMO MAESE

Domingo, 5 de marzo 2023, 01:11

Ni por su intensidad ni por su tonalidad blanca y en ocasiones tampoco por su estética; las nuevas luminarias no gustan a los vecinos. No agradan ni en el centro ni en Cimavilla ni en Viesques ni en Moreda ni en La Calzada ni El Natahoyo y ni en El Polígono. Por gustar no gustan tampoco en algún punto de la zona rural. El cambio de luminarias que el Ayuntamiento de Gijón comenzó primero en la zona rural y ahora en la zona urbana suma críticas cada día. Lo cierto es que hay algunos puntos de la ciudad, sobre todo parques y grandes avenidas, que están sumidas en la oscuridad.

La principal queja vecinal pasa por la intensidad de los focos led. Numerosas asociaciones vecinales han reclamado al Consistorio que pida a la concesionaria del contrato una revisión de la potencia de las mismas.

En el parque de la playa del Arbeyal -cuenta la comercial Aurora González- las nuevas farolas «directamente no dan luz». «Han convertido una agradable zona de paseo en una zona siniestra que genera bastante respeto», lamenta. En la misma zona, Paula Sala, que suele pasear con su mascota, sostiene que por momentos «da miedo» pasar por el parque. Sala, además de mayor intensidad, reclama que se estudie también introducir una luz más cálida. Porque esa es otra de las quejas, la luz blanza gusta menos que la anaranjada habitual. «Si miras a una farola te deslumbra durante un rato. Es evidente que la noche pide una luz más cálida para hacer más agradable la estancia», critica José Manuel García, vecino de El Natahoyo.

«Muchas sombras»

Se recrudecen las críticas de los residentes de las grandes avenidas como Mar Cantábrico, Portugal (en su último tramo), Carlos Marx o General Suárez Valdés. La falta de potencia de las led y la altura de las farolas (por encima de los 12 metros) «propicia que haya muchas sombras entre los focos de luz; es todo manifiestamente mejorable», apunta Leonor González desde Moreda.

La instalación de la nueva iluminación ha traído consigo también problemas de arranque en forma de apagones. Los últimos se ha registrado en El Polígono, que vio cómo el martes a medianoche se apagaban gran parte de las farolas de la avenida de Portugal; también en Calderón de la Barca, en El Coto, se vio estos días cómo se apagaba varias noches un lineal completo de luminarias; e incluso en la calle Orbón, en el barrio de El Bibio, también se produjeron apagones durante la noche del pasado jueves (puede verse en una de las fotografías que acompaña esta información).

Menor alcance

La dirección del foco de luz también aúna críticas. «Que sea tan directa, y se expanda menos, le resta alcance y por tanto luminosidad», critica José Manuel García. Pocos aspectos se quedan libres censura, quizás el aspecto que a menos juicio está sometido es el aspecto de las farolas. El denominado modelo 'Izylum' -ya instalado por ejemplo en la avenida de la Costa-, que con 11.552 unidades será el que más se use en las calles de la ciudad, no gusta a Adrián Fernández, vecino de El Bibio: «Son demasiado modernas para una zona como la plaza de toros».

Pero no a todo el mundo disgustan las nuevas luces. A José Ramón Paraja, por ejemplo, vecino de la avenida Príncipe de Asturias, que la luz sea más directa «reduce considerablemente la contaminación lumínica de la zona; ahora solo falta que reduzcan la ambiental», ironiza el vecino de la zona oeste. Y a José Luis García y Fernando Ovies les gusta más la luz blanca, pero este último critica que por la noche haya zonas donde se apaguen demasiadas farolas.

El 28% cambiadas

El contrato de servicios energéticos gestionado por Acciona, que incluye del suministro eléctrico y energético a la sustitución de todas las farolas del concejo y el mantenimiento del alumbrado, asciende a 184,6 millones en quince años. Es el contrato más caro de la historia del Ayuntamiento. Por el momento se han cambiado solo 12.000 de las 42.788 luminarias previstas; el 28%.

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