Críticas por las nuevas luces del alumbrado público de Gijón

El programa de renovación integral del alumbrado público de Gijón, iniciado en agosto del pasado año en La Camocha, lleva semanas avanzando ya por el casco urbano, donde está siendo recibido con cierta reticencia. Así lo manifiestan los representantes vecinales de varios de los barrios donde ya han experimentado un cambio encaminado por un lado a generar ahorros en el consumo con la instalación de luminarias de tipo led y por otro a dotar la red de 'inteligencia', con nodos que permitan regular de forma remota e independiente la intensidad y potencia de cada farola. Frente a la diversidad de modelos existente hasta ahora en distintos puntos de la ciudad, para esta renovación se han seleccionado ocho muy concretos, cada uno de ellos correspondiente a un tipo de vía. Pero en opinión de las asociaciones vecinales no en todos los casos se está acertando con la elección.

«En avenidas grandes como Fuente del Real o Hermanos Felgueroso las aceras del barrio están quedando en penumbra», critica Víctor Díaz, de la asociación Esto Ye Ciares. Explica que las farolas con las que contaban hasta ahora «tenían más amplitud e iluminaban tanto la calzada como la zona peatonal, pero las de led tienen un haz de luz más focalizado. Y como miran hacia la carretera, la acera queda sin alumbrar. Mientras están encendidos los escaparates de los comercios, no pasa nada, pero cuando los apagan no ves casi ni para meter la llave en la cerradura del portal».

Una queja similar traslada Charo Blanco, presidenta vecinal de Moreda. «En calles donde tienes aceras con edificios en ambos lados, al rebotar en la fachada, la luz es digna. No digo que sobre, pero está bien. Pero si te vas al parque de Moreda ya parece que falten farolas. No es que haya menos, ni discuto si tienen mucha o poca potencia. Pero al ser tan dirigida hacia abajo, es la sensación que da». Desde el vecino barrio de El Natahoyo, Álvaro Tuero, de la asociación vecinal Atalía, también considera que «las farolas que han instalado en el parque del Doctor José Eguiburu Banciella no alumbran nada, y ya sabemos lo que pasa con la oscuridad y el vandalismo».

Tampoco en Viesques parece convencer el nuevo alumbrado. «Desde que han empezado a cambiarlas nos llegan muchas protestas de vecinos de la calle Gloria Fuertes y de Mar Cantábrico», apunta el presidente vecinal, Luis García. Y lo mismo manifiesta Christian Guisado, de El Coto. «Día a día nos avisan de zonas donde la iluminación es deficiente», explica poniendo como ejemplo parte de las calles Feijoo y Esperanto. A ello se suman, como también han sufrido otras zonas del casco urbano y la zona rural, «apagones en distintas calles», como el que estos días afecta a todo un lateral de Calderón de la Barca.

Cuando comenzó la renovación del alumbrado el departamento municipal responsable del proyecto, Innovación, se comprometió a analizar con los colectivos, una vez se completara todo el cambio, dónde consideran necesaria «más o menos luz».