Familiares y amigos, ayer, en el acto de despedida en el tanatorio de Cabueñes. J. PAÑEDA

«Nery siempre estaba ahí y si decía algo, lo decía sin dobleces»

El tanatorio de Cabueñes acogió una discreta despedida a la exdecana del Colegio de Procuradores debido a la pandemia

OLAYA SUÁREZ

GIJÓN.

Lunes, 9 de noviembre 2020, 00:20

Fue un acto contenido, discreto y muy distinto al que se hubiese celebrado de no haber restricciones por la pandemia. Los familiares y sus más íntimos amigos despidieron ayer en el tanatorio de Cabueñes a Nery González Vallina, la exdecana del Colegio de Procuradores, fallecida el sábado a los 84 años después de toda una vida dedicada a la procuraduría y a cultivar sus muchas y variadas inquietudes culturales.

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«Nos habría gustado que fuera distinto y darle la despedida que se merece, pero la situación es la que es, siempre la llevaremos en el corazón», comentaban sus allegados, «agradecidos» por haber podido contar con una persona «que siempre estaba ahí y si decía algo, lo decía de verdad y sin dobleces».

La que fuera decana de los procuradores entre 1990 y 1998 fue una mujer forjada a sí misma, muy trabajadora y decidida desde bien joven. Enviudó con tan solo 26 años y no dudó en aparcar su trabajo como auxiliar de enfermería en el Hospital de Cabueñes para poner un nuevo rumbo. Natural de El Entrego, estudió para sacarse las oposiciones para procuradora y en los años setenta llegó a un gremio eminentemente masculino. No tardó en ganarse la confianza de los abogados y del personal de los juzgados. «No se le ponía nada por delante, era muy decidida», recuerda Ana Belderraín, actual decana del Colegio de Procuradores.

En los años 90 decidió dar un paso más y optar al decanato. Se convertiría en la primera mujer al frente y también en la única del Consejo Nacional, con otros 28 representantes masculinos del resto de comunidades autónomas. Estuvo ocho años en el cargo y en 2008 tuvo que ceder el testigo a Juan Ramón Suárez. Siguió con su trabajo en el despacho y exprimiendo las horas al día con libros, exposiciones, viajes y su querido coro.

«Disfrutad de la vida»

Su allegados coinciden al afirmar que tuvo «una vida muy plena» y hasta el final fue consciente de aprovechar cada minuto hasta que le venciese la enfermedad. Le detectaron un tumor hace cuatro meses y entonces, sabiendo de la gravedad, llamó a sus amigos a modo de despedida y para darles un consejo que ella siempre cumplió: «Disfrutad de la vida, todos los días».

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Sus sobrinos, su familia más cercana, optaron por celebrar el velatorio en la más estricta privacidad. Los muchos amigos que deja Nery la recordarán siempre con una sonrisa.

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