La nueva resonancia permite que Cabueñes baje a 28 días la demora media para una prueba

Menos claustrofóbica, más ancha y confortable, con capacidad para tratar pacientes con obesidad mórbida (puede soportar hasta 160 kilos de peso), pero sobre todo, «más potente y precisa». La nueva resonancia que el Hospital de Cabueñes (CAHU) estrenó hace un mes ha supuesto un salto cualitativo en materia de radiodiagnóstico. El equipo, que costó 1,7 millones, es uno de los más avanzados de la región (en la sanidad pública solo disponible en el HUCA).

Se trata de una resonancia de tres teslas, de alta gama, con el doble de potencia con respecto al equipo hasta ahora en servicio (cuyo sofware fue actualizado el pasado año). La nueva resonancia ha permitido incrementar el número de pruebas y aligerar la lista de espera que tenía Cabueñes en el área de rayos. «Actualmente, la demora media está en 28 días», indicó ayer el gerente del Área Sanitaria V, Miguel Rodríguez. El dato dista de los 70 días que llegó a acumular el hospital para una resonancia magnética.

Con este nuevo aparato, que se suma a la vieja resonancia, el hospital podrá hacer «unas cien pruebas más a la semana». Será, eso sí, cuando el equipo funcione a pleno rendimiento. De momento, lo hace de lunes a viernes, en horario de mañana y tarde. No obstante, el aumento de pruebas debería ir acompañado de la incorporación «de algún radiólogo más», reconoció el gerente y la jefa de servicio, Yolanda García, «para así agilizar la lectura de las pruebas que vamos haciendo». El problema con el que se encuentra Cabueñes, además de las estreches presupuestarias, «es también la falta de profesionales disponibles».

La nueva resonancia cuenta con un tubo de 70 centímetros (diez más que la anterior) y puede realizar estudios oncológicos que hasta ahora tenían que ser derivados al HUCA. Tiene capacidad para radiografiar el cuerpo entero y para hacer detecciones de tumores y de metástasis, detalló Yolanda García.