El Oktoberfest cierra la mitad del de los Hermanos Castro

El aparcamiento de los Hermanos Castro, en la zona este de la ciudad, suele ser un balón de oxígeno para los días de mayor afluencia del visitantes del verano, cuando las plazas en el entorno de El Molinón y el Palacio de Deportes se colapsan. Sin embargo este agosto quienes se acercan a la Feria de Muestras no están pudiendo contar con ese espacio en toda su extensión (600 plazas) salvo en unos pocos días contados.

Esta gran explanada ubicada encima del pozo de tormentas ha encadenado los conciertos multitudinarios del Festival Tsunami con los de Gijón Life. Ahora cuando parecía que volvía a quedar abierto en plena Semana Grande, que es cuando más falta hacía, ha quedaddo reducido a la mitad de su superficie por el inicio del montaje de las estructuras de la carpa del Oktober Fest, certamen cervecero que se celebrará del 22 de agosto al 1 de septiembre.

Moverse al volante por Gijón en esta época del año es una tarea para conductores con la paciencia del Santo Job y las plazas de aparcamiento brillan por su ausencia no solo en el centro urbano, sino también en los barrios. Y para complicar aún más las cosas los aparcamientos subterrráneos están con aforo completo.

Ante tanta masificación de vehículos y ausencia de estacionamientos se está volviendo a utilizar con profusión la zona verde contigua al 'solarón que queda frente al Museo del Ferrocarril. En este espacio vedado a los coches se aparca a diario pese a estar prohibido. La Policía Local está procediendo sin miramientos a multar a gran escala a las hileras de infractores. Javier Fernández, director del Museo del Ferrocarril, lo aplaude. «Había estos días una valla con la señal de prohibido aparcar, pero se quitó no sé si por algún conductor o el propio Ayuntamiento, que no me consta». Fernández remarca que esa franja de terreno era una zona verde, motivo que ya justifica de por sí el que no se permita aparcar a vehículos en ella. Explica que él desde su puesto de trabajo observa cómo para entrar ahí «los conductores van por la acera». «No es solo que la crucen, que ya es grave, sino que circulan por ella, por lo que debería denunciarse esa situación», apostilla. Ayer lunes todos los dueños de los coches mal estacionados en esa franja de terreno junto a Poniente, al volver, se encontaron en el parabrisas una multa de 90 euros con rebaja a 45 por pronto pago.