Pedro de Silva: «Bien estaría que la ciudad saldara esa deuda de amor»

Numerosas personalidades de la ciudad han mostrado ya su apoyo a la iniciativa. Entre ellos, el expresidente del Principado Pedro de Silva, quien conoció a Canal a mediados de la década de 1960. «Su trayectoria profesional y personal ha sido desde entonces rectilínea en sus fidelidades básicas. Una de las principales era el amor a Gijón, su ciudad, un amor austero, firme, aplicado, vigilante y ejercido sin desmayo con su palabra escrita y sus compromisos». Por ello, considera, «bien estaría que la ciudad saldara con él esa deuda de amor acogiéndolo en su nomenclator».

También lo considera así Mariano Abad, ex defensor del ciudadano de Gijón, a quien le parecería «muy bien y muy justo» que se llevara a cabo este reconocimiento por alguien que «ejerció con toda la autonomía en un puesto clave en un periódico que forma parte de la historia de Gijón». «Siempre le tuve cariño y, como gijonés, me gustaría», señala por su parte el recién nombrado secretario de Industria, Pachi Blanco, quien considera a Canal «un personaje de Gijón, testigo de la ciudad».

Ignacio García-Arango, presidente del Foro Jovellanos, lo considera merecedor de tal homenaje, puesto que «aparte de lo que hizo en el periódico, como paisano era un tío fenomenal: amable, atento, y cuando se jubiló ayudó a todos los que pudo». «Teniéndola el jefe -en referencia a Carantoña-, es lógico que la tenga también quien siempre estuvo con él».

«No soy imparcial», advierte el exconsejero de Medio Ambiente y articulista de EL COMERCIO Francisco González Buendía, para quien Canal fue «totalmente gijonudo, una persona muy comprometida con la ciudad y querida».

«Yo era asiduo a su 'Plaza Mayor', era lo primero que leía cada lunes al coger el periódico del felpudo», asegura Juan Montes, exsecretario de la Escuela de Comercio donde coincidió estudiando con Canal. Tras 60 años de amistad, tampoco duda de sus méritos José Manuel Agüera Sirgo: «Son evidentes». Y el exdiputado de Ciudadanos Armando Bartolomé apunta: «Fue un periodista de raza, libre, y un hombre absolutamente comprometido con el progreso de la ciudad y la justicia. Gijón fue el amor fundamental de su pluma».