Javier Valbuena posa con su libro 'Ubuntu'. E. C.
Javier Valbuena Presidente de la Fundación Pondera y exgerente del Hospital Covadonga

«El 80% de la población mundial no tiene un sistema de salud en condiciones»

Presenta mañana, en Toma 3, a las 19 horas, su libro 'Ubuntu. Estrategias y acciones de salud planetaria'

Domingo, 1 de diciembre 2024, 01:00

Javier Valbuena (Avilés, 1970), presidente de la Fundación Pondera y exgerente del Hospital Covadonga (2009-2021) presenta mañana lunes su libro 'Ubuntu' en la cafetería ... Toma 3 a las siete de la tarde. El coloquio estará dirigido por Laura Fonseca, jefa de sección de Gijón de EL COMERCIO. En su libro, el autor explora el concepto de salud planetaria y las estrategias para llevarlo a cabo.

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–Lo primero de todo, ¿Qué significa 'Ubuntu'?

–Es una palabra zulú. Fue uno de los elementos cruciales en la filosofía que utilizó Nelson Mandela a su llegada al poder en Sudáfrica. Significa: «yo soy porque nosotros somos» o, lo que es lo mismo, la persona individual adquiere su pleno desarrollo y capacidad de ser en la colectividad.

–¿Por qué decidió ponerle este título al libro?

–Porque es el determinante de lo que es hoy en día la visión de la salud. En el ámbito de la salud no podemos tener una visión localista y a veces reduccionista de la salud. Es lo que me refiero cuando hablo de salud planetaria: la necesidad de potenciar todas las capacidades del ser humano (metales, físicas, sociales, económicas) y también hacer que podamos convivir de una forma digna y adecuada con el medio ambiente, sin el entorno que nos rodea estaríamos acabados.

–En su libro habla tanto de la salud planetaria como estrategias. ¿Cuál diría usted que es el estado de salud de nuestro sistema sanitario?

–Ahora mismo el sistema sanitario en España está en estado critico –lo dicen todos los gestores sanitarios–. Esto es por la gran cantidad de problemas que está teniendo para enfrentarse a la cronicidad de las patologías en el estado. Por otra parte, porque el incremento del gasto está siendo exponencial. Como consecuencia, hay una situación critica en cuanto a la financiación y en cuanto a los modelo asistenciales. Vamos aumentando nuestra esperanza de vida y en buenas condiciones, cada vez tenemos una población mas crónica. Hay que cambiar el modelo y que se focalice en el tratamiento de la cronicidad.

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–Pero la sanidad no es igual para todos, ¿verdad?

–España todavía tiene grandes problemas de inequidad en su conjunto, no es la misma sanidad para alguien que vive en Somió que para alguien que vive en Sotres. Para empezar, por la accesibilidad. No solo eso, hay que tomar conciencia de que el principal determinante de nuestra salud es el código postal. El lugar donde vives determina el nivel económico que tienes. Esto determina tu casa, lo que comes, etcétera. También el presupuesto que cada comunidad autónoma destina la prestación sanitaria a sus ciudadanos. Si no tenemos en cuenta estos aspectos, la situación de la salud se va a ir progresivamente deteriorando.

–¿Tiene esto solución?

–Todo tiene solución menos la muerte (ríe). Pero no es una solución sencilla, ni que venga por una o dos medidas. Es un objetivo que se tiene dentro del ámbito de la gestión sanitaria, pero muy condicionada por las políticas. Mientras la política utilice la salud como un arma arrojadiza permanentemente, dificultara mucho la toma de decisiones.

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–¿Qué ha aprendido viendo otros sistemas sanitarios del mundo?

–Lo primero que, con todos los problemas que tiene el sistema de sanidad en España, somos unos grandes privilegiados porque aproximadamente el 80% de la población del planeta esta teniendo que vivir en unas condiciones sustancialmente peores que las condiciones de vida en Europa.

–¿En qué lugar situaría usted el sistema de salud español?

–El sistema de salud español podría estar entre los 10 o 15 primeros del planeta. Le queda mucho todavía para ser el mejor o uno de los tres mejores, pero, evidentemente, esta en muy buena posición. Con este libro lo que quiero reivindicar es que no arreglamos nada aunque haya 20 países con un magnifico sistema sanitario si el resto del planeta esta en unas condiciones pésimas. No podemos hablar de la salud en Asturias o España sin hablar de Paraguay o El Congo. De cómo se enfrenten determinadas patologías en un centro de salud de Etiopía ha de pender probablemente nuestra salud en Deva en algún determinado momento.

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–¿Son los pacientes siempre el centro de atención del sistema sanitario?

–Se están haciendo sustanciales mejores en cuanto a la atención centrada a la persona o de poner realmente en centro a los pacientes, pero todavía hay mucho recorrido por hacer. Al final muchas veces quien esta en el centro son desde las farmacéuticas, a distintas categorías profesionales que están prestando los servicios, etc.

–Se habla mucho de mejorar la confortabilidad del paciente. ¿Pero hay forma de erradicar los indignantes camisones abiertos?

–Ese es un ejemplo de cómo se ha primado a lo largo de la historia la comodidad de las personas que estaban realizando el cuidado en los centros hospitalarios ante la comodidad y dignidad de las personas que se atienden. La utilización masiva de camisones abiertos por detrás que dificultan que una personas pueda deambular totalmente vestido dificulta muchísimo lo que es el respeto a la persona. .

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–¿Qué cambiaría usted en los actuales hospitales o centros de salud?

–Los macrocentros sanitarios dificultan la mejora en la experiencia de paciente. La tendencia de los lugares más avanzados es hacer hospitales de un tamaño medio y más especializados. Se tiende demasiado a ser muy hospitalarios, cuando hay muchos mas entornos asistenciales donde se debería estar realizando la prestación sanitaria. Por último, todo lo que tiene que ver con la salud publica, medioambiental, poblacional… debemos invertir mucho mas en aspectos que tengan que ver con la prevención y con que nuestra población mantenga la salud.

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