«Pretendemos devolver a la sociedad parte de lo que nos ha dado»

Desde el 31 de marzo de 2021, cuando llegó la autorización del Banco de España, José Ramón Fiaño Rodríguez (Pervera-Carreño, 1961) es el presidente de la Caja Rural de Gijón, una entidad que sólo trabaja en el ámbito del municipio, donde tiene diez oficinas. En los últimos ejercicios los beneficios de la Caja van en franco incremento y se prevé que el primer semestre de este año sean más de un 20% sobre los del año pasado. Eso permitirá que la Fundación Caja Rural de Gijón, que se dedica al apoyo social, pueda ver incrementado su presupuesto para el próximo año. José Ramón Fiaño explica tanto la actualidad de la entidad financiera como la relación de la Caja con la ciudad.

-Cuando llegó a la presidencia, dijo que quería recuperar la normalidad institucional y la unidad del consejo. ¿Lo consiguió?

-La unidad está conseguida. Hubo dos consejeros que se marcharon, uno por razones de trabajo y otra por cuestiones personales. Se informó al Banco de España y como este órgano quería una reducción de doce a diez consejeros, ya estamos los diez efectivos hasta que toque renovación. Probablemente hagamos la asamblea en junio de 2024, cuando también nombraremos a cuatro suplentes.

-En este casi año y medio de su presidencia, ¿cómo ha sido la evolución de la entidad?

-Hemos sacado adelante una inspección del Banco de España, que se hace cada cuatro o seis años. Se cerró en enero y fue favorable, pero cada vez hay más procedimientos. A nivel del organismo oficial es una auténtica obsesión y eso nos ralentiza mucho los procesos, desde cuestiones administrativas hasta la concesión de créditos. Pero es algo que llegó para quedarse y nos obligan a cumplirlo a rajatabla.

-¿Qué pretenden con ello?

-Supongo que evitar asuntos como lo que pasó con Lehman Brothers y problemas de ese tipo.

-¿Cuántas oficinas tienen?

-Tenemos diez y estamos sólo en el concejo de Gijón.

-¿Pretenden crecer?

-Queremos crecer, pero despacio. Queremos ser la banca de las personas. El consejo trabaja continuamente en proyectos y hay dos importantes que aún no podemos decir. Además, nos están acompañando los resultados para crecer. Cuando llegué, la entidad tenía unos beneficios de medio millón de euros, en la siguiente asamblea fueron de un millón y en la de mayo pasado llegaron a casi dos millones. Los datos que están saliendo sobre el primer semestre de las entidades bancarias indican un crecimiento del 20%, pero nosotros vamos a crecer más de un 20% este primer semestre.

-Entonces, ¿está siendo un buen ejercicio?

-Sí, está siendo un buen ejercicio porque estamos intentando contener los gastos al máximo. Somos de las pocas entidades de Gijón que estamos remunerando el pasivo y, si bien es cierto que ha bajado la concesión de créditos, también nos favorece la subida de tipos de interés.

-¿Seguirán subiendo?

-Creo que el 27 de julio volverán a subir. Espero que sea suave, es decir, un 0,25% y no un 0,50%. Es posible que sea la última subida y que no haya otra en septiembre, como se decía. Dependerá de la inflación, que sigue un 'pelín' alta, en el 5,5%. Creo que en 2023-2024 va a costar ponerla en un 2%, que es el objetivo de la UE.

-Todos nos preguntamos por qué con las subidas de tipos los bancos las aplican a las hipotecas pero no a los depósitos...

-Porque hay liquidez en el sistema bancario español. No estamos en la crisis de 2008, cuando no había dinero líquido y no había confianza. Hoy hay dinero ahorrado de los depositantes y la banca no necesita efectivo. De hecho, los bancos que pidieron dinero a Europa están devolviendo cantidades importantes en miles de millones de euros al Banco Central Europeo (BCE).

-Entonces, ¿la culpa es del esfuerzo de ahorro de los consumidores?

-Sí, porque hay mucha liquidez. No sé el último trimestre del año se pudiera desatara una pequeña guerra de pasivo por parte de los grandes bancos, pero en la temporada de verano no cuento con ello. De hecho, el gran opositor que tenemos en la banca es el propio Estado, porque nosotros estamos remunerando los depósitos al 2%, cuando las Letras del Tesoro a seis meses pueden estar al 3,80%.

-¿Les benefició o perjudicó la fusión de Liberbank y Unicaja?

-Estamos creciendo mucho en La Camocha, donde había tres bancos y cerraron todos. Nuestra oficina está creciendo en clientes y en depósitos. De hecho, tuvimos que hacer una contratación, porque había gente que quería abrir una cuenta y le teníamos que dar cita para dos días después. Dentro de la filosofía de Caja Rural de Gijón, no queremos que la gente pida cita y lo solución fue hacer una contratación. Creo que la gente nos ve como un banco seguro. De hecho, estamos bien de solvencia y somos la cuarta caja del país que tiene más liquidez. La gente, en una zona con edad avanzada, quiere tener la sensación de tranquilidad y seguridad.

-¿Tienen un cliente tipo?

-No. Estamos empezando a tener hipotecas de gente joven, de 28 a 34 años, que empieza a trabajar y nos la pide para comprar una casa. También tenemos muchos clientes contentos, que llegaron a la Caja a los 18 ó 20 años y que ahora tienen hijos de 30 ó 40, que están comprando un piso o un coche y vienen recomendados por sus padres para trabajar con nosotros. En Gijón somos fuertes en el sector hipotecario y también en el del taxi y la hostelería.

-No habla del sector industrial. ¿No trabajan con él?

-Lo que tenemos es pequeño comercio, de tiendas, locales y autónomos. Son empresas de entre tres y seis personas.

-¿No se plantean saltar a los concejos vecinos?

-Abrir oficinas no, pero tenemos influencia en la zona de Quintes y Quintueles, en Villaviciosa, y desde El Valle hacia Candás, pasando por Guimarán y Pervera, en Carreño.

-¿Contemplan una posible fusión con la Caja Rural de Asturias?

-No. En absoluto. No está ni sobre la mesa.

-Cada vez están más presentes en diferentes actos en Gijón. ¿Por qué?

-El año que viene la entidad cumple 60 años y creo que hasta ahora vivíamos en 'una cueva', no nos dábamos a conocer. También nos tenemos que diferenciar a otra cooperativa rural bancaria hermana y creo que tenemos que dar mucha más trascendencia e importancia a la Fundación Caja Rural de Gijón.

-¿Qué es lo que hace la Fundación?

-Está haciendo cosas importantes para la ciudad en materia de ayudas sociales, comedores sociales, gente maltratada, colaboración con el Sanatorio Marítimo, etcétera. También en actividades deportivas, que forman parte de la salud. Pero tenemos un presupuesto muy corto, solo 243.000 euros. Ayudamos a las chicas del balonmano, que habían quedado colgadas por otra entidad bancaria, participamos en actividades importantes como el hípico, ayudamos en la mayoría de las fiestas populares... Pero nos llegan muchas peticiones de actividades que la antigua Liberbank ha abandonado para que las podamos atender, pero económicamente no podemos hacerlo.

-El año que viene tendrán más beneficios...

-Por ley, a la Fundación se reporta aproximadamente el 12% de los beneficios y me gustaría subir de 300 a 500 euros la ayuda a las fiestas populares. A través de actividades sociales, pretendemos devolver a la sociedad parte de lo que nos ha dado. Me gustaría estar en mucho más sitios, pero es poco dinero para una ciudad como Gijón, donde la actividad deportiva es muy grande y representa el 5% del PIB de la ciudad. También nos encantaría contribuir con las chicas del hockey, pero el presupuesto es excesivamente pequeño.

-Además, Liberbank dejó mucho...

-Dejó un volumen muy grande como para poder absorberlo la Caja Rural de Gijón. En función de los beneficios, podremos ampliar un poco el campo de actuación, dar más dinero a quienes llevan tiempo con nosotros e incrementar a nuevas actividades benéficas.

-¿Ya se reunió con la alcaldesa, Carmen Moriyón?

-Nos recibió el miércoles, junto con María Mitre, concejala de Hacienda, y Jaime Fernández, jefe de gabinete. Les agradecemos su amabilidad y hasta una actitud de escucha. Nosotros les presentamos varios proyectos en la línea de ayudas sociales y quedaron en estudiarlos.

-¿Qué le parece el nuevo equipo de gobierno?

-Me gustó mucho, la calificaría como un éxito absoluto, la reunión que hizo EL COMERCIO (el 10 de julio) con motivo de su 145 aniversario con la intervención que hizo Carmen Moriyón. Fue la primera en la que se vio el planteamiento de la ciudad.

-Hubo muchos temas pero, ¿qué le parecieron?

-Creo que la prioridad absoluta que tiene la ciudad es la estación intermodal, por delante del Muro, que más o menos está encauzado. Coincido con la alcaldesa en que vale más seguir con el proyecto y no empezar otro nuevo que significaría retrasarlo.

-¿Y el soterramiento del Muro?

-Más que los costes, me preocupan los sobrecostes, porque al final siempre acaban apareciendo. Pero estoy convencido de que María Mitre hará uno cálculos muy exactos, porque es una gran profesional.

-¿Qué más asuntos de importancia destacaría para la ciudad?

-Le doy mucha importancia al vial de Jove y desdoblar la carretera hasta Veriña, así como prolongar el metrotrén hasta el Hospital de Cabueñes. En cuanto al 'solarón', un Central Park quedaría muy bonito, pero el problema es si económicamente sería posible llevarlo a cabo sin hacer ninguna edificación. También soy partidario de hacer crecer Gijón hacia el mar y los terrenos del Puerto, mejorar la Ería del Piles con un plan urbanístico respetuoso con el entorno, pero no soy partidario de gastar 300 millones en El Molinón. Me parece una locura absoluta.