Aurelio Martín, acompañado por Olmo Ron. DAMIÁN ARIENZA

El proyecto para reformar la «agotada fachada marítima» de Fomento llevará más de un mandato

El Ayuntamiento convocará en julio un concurso de ideas cuyo ganador será elegido a través de un jurado y una votación ciudadana

IVÁN VILLAR

gijón.

Viernes, 19 de junio 2020, 01:02

El Ayuntamiento prevé convocar a lo largo del mes de julio un concurso arquitectónico de ideas para el rediseño de toda la fachada marítima de Fomento y Poniente, desde la Punta Liquerique hasta la plaza del Padre Máximo González, un proyecto que busca una nueva ordenación de la movilidad en toda la zona y revitalizar un espacio que, según el equipo de gobierno, ha ido languideciendo con los años. «Nuestras fachadas marítimas están agotadas. Basta ver cómo están los negocios en el Muro y en Claudio Alvargonzález y el número de bajos que están cerrados. Y queremos recuperarlas, no solo para la movilidad sostenible, peatonal y ciclista, sino también como atractivo turístico y como un elemento de dinamización económica de la ciudad. Es una apuesta de fondo para intentar ir moldeando y generando otro modelo de ciudad», explicó el concejal de Medio Ambiente y Movilidad, Aurelio Martín, a quien acompañó en la presentación del concurso el de Mantenimiento y Obras Públicas, Olmo Ron.

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Aunque tanto el coste de la actuación como el plazo de ejecución de las obras dependerá de las características del diseño ganador, el Ayuntamiento sí asume que se trata de una actuación cuya ejecución irá aún más allá del presente mandato. «Como equipo de gobierno tenemos una serie de proyectos para desarrollar durante estos cuatro años, pero también queremos dejar definido el debate de la ciudad que queremos para la próxima década», señaló Martín. Y añadió que pese a una coyuntura marcada por una nueva crisis económica que hará que las administraciones tengan que «priorizar» sus gastos, «muy mal tendría que estar la ciudad para no marcarse objetivos a diez o quince años vista».

Y es precisamente por esa condición de obra a largo plazo, previsiblemente para una ejecución por fases, por la que se pretende buscar el máximo consenso en torno al diseño de esta zona de la ciudad. Para lograrlo, la selección de la idea se hará mediante una doble votación. La primera, popular. A través de la plataforma de participación de la página web municipal, cualquier gijonés mayor de 16 años podrá elegir su propuesta favorita entre todas las que se presenten. La más votada obtendrá tres puntos; la segunda, dos, y la tercera, uno. Y esta nota se sumará a la que otorgue a los diferentes proyectos un jurado del que formarán parte técnicos de las concejalías de Urbanismo, Movilidad y Obras Públicas, además de representantes de la Autoridad Portuaria, de los colegios de Arquitectos e Ingenieros de Caminos, de la federación de asociaciones vecinales de la zona urbana, del Foro de Movilidad, de la Unión de Comerciantes y de los siete grupos municipales de la Corporación. El autor del proyecto ganador obtendrá un premio de 20.000 euros y se entregarán dos accésit de 7.500 euros. Los estudios y profesionales de arquitectura, urbanismo e ingeniería interesados en participar tendrán 45 días para presentar su propuesta, a contar desde la publicación de las bases.

Reordenar la movilidad

El rediseño urbano abarcará las calles Claudio Alvargonzález y Rodríguez San Pedro y la avenida Juan Carlos I (hasta la plaza del padre Máximo González), incluidas las vías adyacentes, los paseos marítimos y lugares como los propios Jardines de la Reina o la explanada de Poniente. Uno de los objetivos que se deben atender es la reordenación de la movilidad «de forma coherente con el modelo que se pretende para la ciudad» de fomento de la movilidad peatonal y ciclista y el uso del transporte público. Esto no significa, según Martín «que vayamos a peatonalizar todo Rodríguez San Pedro, igual que el rediseño del entorno de El Molinón no va a significar peatonalizar Doctor Fleming ni el cierre total del tráfico al estadio». Pero sí conllevará, por ejemplo, la necesidad de buscar una solución «al carril bici que ahora comparten sobre la acera peatones y ciclistas». También se deberá facilitar la «accesibilidad universal», esto es, eliminar cualquier barrera física para personas con movilidad reducida.

El otro reto del concurso será «devolver a la zona sus cualidades como espacio estancial y su papel simbólico como pieza de referencia de los espacios públicos de la ciudad».

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