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Silvia Acebal, durante el juicio por asesinar a su hijo. DAMIÁN ARIENZA

La gijonesa que mató a su bebé asume su pena «con tranquilidad»

Javier Menéndez Barbón, abogado de Silvia Acebal: «En 25 años jamás tuve un cliente así: asume lo que hizo y no cuestiona nada ni se preocupapor su situación»

GUILLERMO MAESE

GIJÓN.

Sábado, 29 de mayo 2021, 00:33

Tal y como se mostró en el juicio recibió la sentencia que la condena a pasar el resto de su vida en el Centro Penitenciario de Asturias: carente de emociones y nervios. Silvia Acebal, vecina de Nuevo Roces, nacida en Avilés y de 30 años, que ha sido condenada a prisión permanente revisable por matar a su hijo tras su alumbramiento, recibió ayer por la tarde la visita de su abogado, Javier Menéndez Barbón, quien le informó sobre la pena de prisión permanente revisable a la que el pasado jueves fue condenada. «Ha pedido unos días para decidir si interponemos recurso a la sentencia», aseguró al término de la reunión su abogado.

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En prisión desde septiembre de 2019, donde realiza deporte y estudia, desde que ingresara en la cárcel se aplica en ella el protocolo antisuicidio. Comparte celda con una interna de apoyo y cada sábado recibe la visita de sus padres y su hermana.

«En 25 años de profesión, sobre todo en el ámbito del derecho penal, nunca me he encontrado a un cliente que asumiera con tanta tranquilidad la situación procesal tan grave a la que se enfrenta. Asume perfectamente lo que hizo y no cuestiona nada ni se preocupa por su situación», asegura Menéndez Barbón. Tanto las pruebas practicadas en las sesiones orales del juicio como la fase de instrucción del caso evocaban a Silvia a la pena máxima recogida en el Código Penal español.

«Silvia nunca respondió a preguntas de fondo. No ha dado respuesta en todos estos meses a algunas preguntas que eran necesarias para ejercer su defensa. No se ha abierto nunca. Ha sido muy complicado todo el proceso», refiere su abogado, que llegó al caso a través del turno de guardia.Las declaraciones de los forenses en la segunda sesión del juicio descubrieron que Silvia, lejos de padecer una enfermedad mental, presenta un trastorno antisocial de la personalidad. «En ningún caso es una patología que altere sus facultades. Su trastorno es una forma anómala de ser», explicaron en la Sección Octava de la Audiencia.

«Con conciencia y voluntad»

Durante sus encuentros con los psicólogos, nunca mostró arrepentimiento por el crimen. «Nos queda claro que actuó con conciencia y voluntad. Su intención era matarle», aseguraron los cuatro forenses que declararon en el juicio.

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Silvia nunca mostró arrepentimiento ni a la Policía ni a los forenses ni a su abogado. Solo al término del juicio hizo uso del último turno de palabra: «No tendré vida suficiente para arrepentirme. Pido perdón a mi familia porque les he arruinado la vida. También a la de Daniel -su expareja-, que siempre me trataron muy bien».

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