El sol brilló para celebrar el Corpus

En la celebración de ayer hubo dos importantes novedades. Por un lado, la Cofradía de Nuestra Señora del Carmen estrenó su banderín, de color blanco, que también presidirá en la próxima procesión marinera del próximo 16 de julio y que la cofradía pretende potenciar, según indicó el hermano mayor de la cofradía, Álvaro Fernández. La segunda fue que se retomó una tradición que se había perdido en Gijón hace muchos años, aunque sigue vigente en otros puntos de Asturias. Se trata de la gran alfombra floral que instaló en el Campo Valdés el grupo Juventud Cofrade de Gijón. Y salió a la perfección, a pesar del intenso viento que soplaba, ya que los organizadores se afanaron en echar laca sobre las flores para que no se movieran. Y a fe que lo lograron.

El arzobispo, Jesús Sanz Montes, y el párroco de San Pedro, Javier Gómez Cuesta, corrieron con el grueso de la ceremonia concelebrada y cantada por el coro parroquial. Tras un breve acto en la iglesia de San Pedro tuvo lugar la procesión, acompañada de una banda de música, que interpretó el himno nacional al inicio y la final de la marcha, y de unos 400 fieles (entre los que participaron en el oficio religioso en la iglesia y los que se sumaron tras esperar en el Campo Valdés) que recorrieron el Muro y las calles de Ventura Álvarez Sala, Melquíades Álvarez, Trinidad, Corrida, San Antonio y San Bernardo, para volver al Campo Valdés.

La marcha la abrían los representantes de las diferentes cofradías y hermandades de la ciudad, además de la Cofradía del Rocío, con sus banderines distintivos. También estaba el de la Fundación Ayuda a la Iglesia Necesitada A continuación, una veintena de 'manolas', seguidas por los niños de primera comunión, que iban lanzando pétalos de flores ante la Custodia. Uno de los momentos más emocionantes fue cuando los vecinos de un piso de la calle de San Antonio lanzaron una gran nube de pétalos al paso de la Custodia, que portaba el Sacramento. Un acto que fue muy aplaudido por los participantes en la procesión.

Tras una media hora de marcha, la procesión regresó al Campo Valdés, donde el Sacramento se volvió a guardar en el templo no sin antes hacer una pequeña ceremonia. Eso sí, aquí fue cuando el arzobispo hizo una referencia futbolística habida cuenta de que el Sporting y el Oviedo se estaban jugando el 'play off' de ascenso. «Cuando dije en Oviedo que venía a Gijón, me dijeron que si venía para rezar por el Real Oviedo. Yo dije que eso sería demasiado y que rezar al Sporting hay que hacerlo en Gijón». Tras ese guiño a la ciudad, como fin de actos se cantó el himno de la Virgen de Covadonga.

También celebró el Corpus Christi la parroquia de San Juan XXIII, en Viesques. Aquí participaron en torno a una treintena de niños vestidos de primera comunión. Y toda la jornada en Gijón brilló el sol en todo su esplendor, para celebrar una jornada tan señalada como el Corpus. Pero estas celebraciones no acaban aquí, ya que el próximo domingo será la parroquia de San Julián de Somió la que celebre el Corpus al mediodía, con una misa y una alfombra floral que ocupará todo el pasillo central de la iglesia y una comida de hermandad.