Manuel Vallina-Victorero, en el Hospital de Cabueñes, tras realizar una intervención quirúrgica ayer por la tarde. JOAQUÍN PAÑEDA
Manuel Vallina-Victorero

«Nuestro tiempo de respuesta quirúrgica es rápido: tres meses en el peor de los casos»

Manuel Vallina-Victorero, nuevo jefe de sección de cirugía compleja aórtica del Hospital de Cabueñes ·

«Dejé la cirugía para ir al hospital de la Feria cuatro meses por la pandemia. Fue una experiencia impresionante que revitalizó mi vocación»

LAURA MAYORDOMO

GIJÓN.

Martes, 25 de mayo 2021, 02:36

Manuel Vallina-Victorero (Oviedo, septiembre de 1963) es, junto con Javier Álvarez, el 'padre' del servicio de angiología y cirugía vascular del Hospital de Cabueñes. ... Ambos llegaron a Gijón procedentes del HUCA y pusieron en marcha el servicio el 1 de marzo de 2003. «Solo teníamos una bata blanca y un bolígrafo cada uno. Ese era nuestro equipamiento», bromea el primero. Dieciocho años después, Álvarez sigue al frente del servicio, uno de los referentes de la especialidad en España, y Vallina-Victorero acaba de ser nombrado jefe de sección de cirugía compleja aórtica. Hoy se estrena oficialmente en el cargo, después de que ayer fuera publicado en el Boletín Oficial del Principado.

Publicidad

-¿Qué es hoy el servicio de cirugía vascular que contribuyó a poner en marcha en 2003?

-La cirugía vascular tiene un nivel elevadísimo en Asturias. En Gijón tenemos una fortaleza, que son las técnicas endovasculares, tanto diagnósticas como terapéuticas. Eso nos hace desarrollar unas destrezas especiales. Fue un servicio, si recuerda, muy demandado por el movimiento vecinal y hoy está muy integrado.

-Empezó con dos profesionales, ¿cuántos lo integran ahora?

-Somos diez. A lo largo de este proceso hemos formado seis o siete residentes, dos de los cuales trabajan aquí con nosotros.

-Y en lo tecnológico, ¿cuál ha sido la evolución?

-El crecimiento fue imparable. Tenemos lo último, no nos podemos quejar. Tuvimos mucho apoyo desde las administraciones y eso fue fundamental. Por ejemplo, tenemos desde hace diez años un quirófano híbrido, con el que fuimos pioneros en España.

Publicidad

-Con una población envejecida como la asturiana, ¿en qué medida tiene reflejo esa situación en sus consultas?

-En el área de Gijón algo más del 27% de los ciudadanos tiene más de 65 años, con lo que es inevitable que veamos un crecimiento de este tipo de patologías. Por otra parte está muy vinculada a la diabetes, que tiene una prevalencia importante. Todo eso hace que tengamos un número de pacientes elevado, pero con una buena dotación tecnológica y una dotación humana adecuada, como tenemos, la verdad es que las cifras del servicio son buenas. A ver si seguimos en esta línea...

-¿Cómo están las listas de espera?

-En consultas nada, estamos viendo a los pacientes en pocos días. Incluso hay quien va al centro de salud por la mañana, el médico de familia le solicita consulta en cirugía vascular y como a veces tenemos huecos libres los atendemos en la misma mañana.

Publicidad

-¿Y lista de espera quirúrgica?

-Estamos muy bien. Nuestro tiempo de respuesta es rápido. Son dos o tres meses en el peor de los casos, siempre que no sean cuestiones preferentes o urgentes. De más de 180 días de espera no tenemos ningún paciente. A la mayoría les damos respuesta en un plazo brevísimo. Que tengamos esas buenas cifras nos hace afrontar el futuro con optimismo.

-¿Qué patologías urgentes son las que ven con más frecuencia?

-La isquemia crónica, la claudicación intermitente (gente que tiene problemas de riego arterial en las piernas y que si los dejas evolucionar llegan a tener dolor en reposo por las noches que no les deja dormir e incluso alguna necrosis). También atendemos aneurismas aórticos y estenosis de las arterias carótidas, que llevan la sangre al cerebro y que en algunos casos pueden ser causantes de un ictus. Por ejemplo, los ictus con estenosis carotidial los estamos operando antes de una semana.

Publicidad

-¿Cómo afectó la pandemia?

-Como a todos los servicios quirúrgicos, convertir la zona de reanimación quirúrgica en UVI limitó el número de intervenciones que precisaban de la reanimación postoperatoria, pero la Administración estuvo ágil. En cuanto fue posible, se abrieron jornadas quirúrgicas de tarde. Se buscaron alternativas y nuestro servicio no fue de los más afectados.

-Usted se presentó voluntario para trabajar en el hospital provisional del recinto ferial.

-Sí, estuve desde noviembre y hasta que cerró. Cuatro meses. Fue una experiencia impresionante, con unos compañeros espectaculares. Me sirvió para revitalizar mi vocación de médico. Me tuve que reciclar rápidamente y aprendí muchas cosas. No es una experiencia sencilla, ves gente vulnerable, que lo está pasando mal, pero también ves que tienes la capacidad de ayudarles, profesional y humanamente.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

1 año por solo 16€

Publicidad