Los vecinos de Gijón reclaman al Ayuntamiento un impulso a los grandes proyectos de ciudad

Con el 2025 asomando a la puerta, es momento de reflexión sobre el año saliente. Como viene siendo tradición, EL COMERCIO ha abierto sus instalaciones a las asociaciones vecinales para realizar un pequeño encuentro navideño para que, todos juntos, compartan el balance que hacen de sus barrios y parroquias en estos últimos doce meses. En total, casi cuarenta representantes vecinales se reunieron y brindaron por las fiestas con la esperanza de 2025 venga cargado de mejoras y progresos para todos los gijoneses.

En un cómputo general, la Federación de Asociaciones Vecinales (FAV) señala que este ha sido «un año de espera». Su presidente, Manuel Cañete, resalta desilusionado que «las grandes infraestructuras siguen igual». Ejemplifica con el vial de Jove o el plan de vías. A nivel más local, el balance se vuelve positivo. «Se ven cambios», dice Cañete, quien apunta al flamante derribo de El Tostaderu, la compra de Naval Gijón o el Plan Llave. «Hay que apostar muchísimo por la vivienda pública», resalta. Como deseo para 2025: una ordenanza de movilidad que excluya la ampliación de la ORA.

Un balance positivo respecto al año pasado. Esta es la tónica mayoritaria en la zona rural. Si en algo están de acuerdo los vecinos es en la actitud de escucha y la disposición a hablar por parte del Ayuntamiento. Haciendo balance del año saliente, «se va avanzando poco a poco», confirma el presidente de la Federación de Asociaciones de Vecinos Rurales 'Les Caseríes', Miguel Llanos. Anota, no obstante, que «aún queda mucho por hacer». Muchas de las cuestiones pendientes son temas perennes en las parroquias. Estos pasan por el saneamiento o la seguridad. Como regalo de Reyes, esperan que «en enero estén instalándose las cámaras de vigilancia». Asimismo, Llanos insiste en conseguir «soluciones con el transporte».

Un autobús circular que empiece a llegar a todas las zonas de San Andrés de los Tacones. Esta es una de las peticiones de la asociación vecinal. A ella se une una mayor protección en el entorno de la ZALIA. En el tema de la vigilancia, su presidente, Bryan Alonso, insta a que se pongan en funcionamiento «patrullas que controlen la parroquia».

Desde Fontaciera recuerdan que hay vecinos que para coger un 'Alsa' tienen que caminar hasta tres kilómetros en un trayecto por la carretera general. «Llevamos años pidiendo un autobús», reprocha su presidente, Javier Fernández. También resalta la necesidad de «aparcamientos disuasorios».

Esta asociación pide que se lleve a cabo la terminación de la senda que va desde Castiello hasta la parada de autobús de la Escuela Politécnica de Ingeniería. Otra petición son contenedores exclusivos para la poda.

Santiago Izquierdo, presidente de la asociación, agradece que «comenzara el saneamiento de la zona». Piden el arreglo del lavadero de Santa Cecilia y del camino que va desde el barrio de Villaverde hasta el monte.

Inciden en la necesidad del saneamiento en la carretera del Obispo. Además, quieren un mayor control de los jabalíes en la zona, algo que se traslada a todas las parroquias.

A estos representantes de la zona rural, se unieron en el encuentro Xuan Pandiella, presidente de la asociación vecinal San Emiliano de la Vega; José Ramón Uría, vocal de La Magdalena de Ruedes; Miguel Ángel Fano, presidente de Valdornón; José Luis García Nicieza, presidente de Veriña, y Juan Lorenzo, presidente de la asociación de Leorio.

El estado del subsuelo de La Guía es la principal preocupación de la asociación. «Cuando llueve las alcantarillas se desbordan», apunta su presidente, Paulino Tuñón. Sucede en calles como Jai Alai, Ideal Rosales, Béjar o Dionisio de la Huerta.

El año del vial de Jove, de la ecomanzana o el carril bici. La Calzada ha vivido, según su presidente, Carlos Arias, «un año interesante». En 2025 «se van a tener que tomar decisiones. Los camiones tienen que dejar de pasar por aquí». En noviembre «se prometió un plan para retirarlos con una temporalización y un seguimiento. Seguimos esperando. Queremos hechos», reclama. Sobre la ecomanzana, confía en que «quede realmente bien porque si es importante cumplir con Europa, más con los vecinos».

Mirar al futuro es lo que buscan en Moreda. «Si antes necesitábamos colegios ahora un centro de día», dice su presidenta, Charo Blanco.

Desde 2012, Roces lleva pidiendo ser declarado barrio degradado. «Necesitamos poder optar a otras subvenciones», argumenta Purificación Bedriñana, presidenta de la asociación.

Víctor Díaz, de la asociación Esto Ye Ciares, pide un «carro de palabra a los representantes políticos». Aún esperan el plan de usos del Hogar de Ceares que iba a «estar hecho este trimestre». Inciden en la mejora del parque de Los Pericones. «El dinero estaba listo, ¿por qué no se hizo?», pregunta. Desde la Cruz de Ceares, agradecen las obras en el parque infantil de La Tejerona y esperan que el Hogar esté listo en 2026.

A pesar de notar avances con las actuaciones en el parque La Serena o la colocación de la primera piedra en la escuela de 0 a 3 años de El Llano. El presidente de Fumeru, Ángel Ramos, indica que los vecinos están «en desacuerdo con la ampliación de la zona ORA» y temen que la presión de los coches «llegue a las calles adyacentes». Desde la asociación de La Serena, recuerdan que tiene que hacerse la reforma en el cruce de la calle San José con la avenida de El Llano.

Rebajes en los bordillos de los pasos de peatones y un paso de cebra de la avenida Portugal hacia la playa de Poniente son las peticiones de los vecinos.

Desde Nuevo Roces, su presidenta, Graciela Buzón, espera que a lo largo de 2025 consigan «un centro municipal». Este ha sido «un año de espera» y todas las mejoras conseguidas «ya debían estar hechas hace años».

El deseo de Tremañes es conseguir un parque infantil y un aparcamiento al lado de la asociación.

Como ilusión para 2025, Viesques espera licitar la obra de la nueva sede vecinal que, aunque les dijeron que se les entregarían en 2026, mantienen la esperanza de que llegue en 2025.

EL COMERCIO, entretanto, seguirá sirviendo de altavoz de vecinos y parroquias, con el deseo de poder informar a lo largo del nuevo año del cumplimiento de todas las peticiones formuladas.