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El Piles, teñido de marrón por las fuertes lluvias. ARNALDO GARCÍA

El viento daña la fachada de la Escuela de Comercio y las luces navideñas

Los últimos coletazos de 'Dora' y la llegada de 'Ernest' causan caídas de cascotes, antenas y canalones y llenan la playa de suciedad y maderas

EUGENIA GARCÍA

GIJÓN.

Martes, 8 de diciembre 2020, 01:30

En 2017, la Agencia Española de Meteorología decidió comenzar a bautizar a las borrascas atlánticas para mejorar la comunicación de las alertas de seguridad y prevenir los posibles daños que estos fenómenos atmosféricos pueden causar. Más allá de los beneficios prácticos, poner nombre a este tipo de ciclones permite tener a quién acusar de los desperfectos. Los últimos coletazos de 'Dora', provocaron ayer rachas de viento de hasta 66 kilómetros por hora -registradas en la estación meteorológica de Somió- que hicieron que la fachada de la recién rehabilitada Escuela de Comercio perdiera varios azulejos. Sin tiempo a poner a secar los abrigos, 'Ernest' llegó ayer por la tarde amenazando con olas de hasta seis metros.

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Tanto 'Dora' primero como ahora 'Ernest' mantienen en alerta a los bomberos y la Policía Local, que ayer intervinieron conjuntamente en ocho edificios por caídas de cascotes y en otros dos en los que se habían soltado los canalones. También atendieron avisos por la caída de vallas de obra en la calle María Bandujo y de sendos árboles, en la carretera Gijón-Langreo y en el Parque Severo Ochoa, que no lograron resistir la embestida de un viento con una velocidad máxima -el valor más alto de las velocidades medias registradas durante diez minutos en un lugar concreto a una hora determinada- de 31 kilómetros por hora, registrada a las 11.50 horas.

Terrazas, como la del Café Gales, en Torcuato Fernández Miranda, y otra de la calle Juan Alvargonzález, se plegaron a la fuerza del viento. Ni la Navidad soportó el vendaval: en Álvarez Garaya, tiró un arco de luces navideñas, lo que obligó a la Policía Local a asegurar la zona, mientras la empresa adjudicataria procedía a retirar, para evitar daños, tanto ese como otros tres adornos de la zona. En la calle Brasil, en La Calzada, se desprendió otro arco. Tras un fin de semana de intensas lluvias y sin margen para desaguar -ayer se registró una precipitación acumulada de 15 milímetros-, el cauce del Piles bajaba hacia la playa alto y completamente marrón. Tiñó del mismo tono las aguas de San Lorenzo y dejó sobre la arena numerosos maderos y suciedad.

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