¿Pueden los alimentos sanar la mente?

'Mens sana in corpore sano'. Bien sabían allá por el siglo I d. C. que cuidar del cuerpo implicaba una dieta equilibrada para obtener un impacto positivo en la salud mental. Mejorar la capacidad y el bienestar de las emociones es crucial para llevar una vida sin estrés y controlar los estados de ánimo. Para ello, no solamente una buena rutina de sueño o una buena gestión de los sentimientos serán de gran ayuda para la mente, también los alimentos pueden influir ya que algunos pueden activar las defensas del cuerpo.

Las famosas escenas de película con una chica llorando tras una ruptura sentada en su sofá con una tarrina de helado no son tan disparatadas si se tiene en cuenta que el chocolate negro aumenta la liberación de endorfinas y serotonina, hormona clave de la segregación de felicidad ya que reduce la inflamación a la que es sometida el cuerpo tras un duelo. Esto mejora el ánimo de manera muy positiva, aunque es recomendable consumirlo de manera esporádica debido a su alto valor calórico.

Pero volviendo a los alimentos y a su repercusión en la salud mental, es fundamental entender por qué la mente se sumerge en estados depresivos o ansiosos. La inflamación parece ser la causante de estas enfermedades y trastornos complejos a los cuales cada vez más gente se ve afectada. El desequilibrio de ciertas sustancias químicas juega un papel fundamental ya que la poca producción de serotonina y noradrenalina implican cambios en los estados emocionales. Por ello, hay algunos alimentos que pueden ser de gran ayuda para comenzar a restaurar el funcionamiento cerebral.

• Proteínas magras: todo alimento que contenga aminoácidos esenciales para producir neurotransmisores como la dopamina o serotonina son buenos para la salud mental. El pavo, el pollo o el pescado ayudan en la función cognitiva.

• Huevos: contienen triptófano, un aminoácido precursor de la serotonina que se le relaciona con la felicidad y el bienestar. El huevo contiene aminoácidos esenciales que el cuerpo por sí solo no produce como la colina y la luteína favorecedores de la capacidad cognitiva.

• Requesón: los alimentos fermentados contienen probióticos los cuales están estrechamente ligados a la salud intestinal que, según varios estudios, está relacionada con la mental. El requesón en concreto posee un aminoácido llamado tirosina el cual es responsable de producir neurotransmisores como dopamina y noredrenalina lo que fortalece la memoria.

• Nueces: su forma ya recuerda a un cerebro y es que estos alimentos son ricos en magnesio y zinc por lo que son ideales para calmar la ansiedad.

• Avena: los carbohidratos complejos aportan un extra de energía al cuerpo y al cerebro y hacen que la concentración aumente.

Una correcta alimentación ayuda a mantener una buena salud mental aportando los condicionantes propios para la producción de químicos que aporten bienestar mental. En definitiva, comer para sanar. No obstante no se puede pasar por alto que los factores genéticos, cambios hormonales y las vivencias del día a día pueden causar alteraciones del estado de ánimo.

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