Alerta por una plaga de mosca negra en España: cómo actúa y qué hacer

Agosto es el mes por excelencia de las vacaciones. El calor propio de estas fechas invita a tomarse los días libres con calma. Sin embargo, las altas temperaturas también favorecen la aparición de plagas de insectos, que cada año vuelven de forma recurrente. Este verano preocupa especialmente la mosca negra (Simulium erytrocephalum), un insecto autóctono de la península que ha crecido hasta cifras nunca vistas hasta la fecha.

De pequeño tamaño (unos 6 milímetros) y color oscuro, su sello distintivo es la mordedura, más grande y dolorosa que la de otros insectos: «El problema fundamental de este insecto es que no pica, sino que muerde en forma de sierra, generando una herida de consideración importante y pudiendo dar lugar a infecciones y reacciones alérgicas muy alarmantes, que en algunos casos requieren hospitalización», explica la directora general de la Asociación nacional de Empresas de Sanidad Ambiental (ANECPLA), Milagros Fernández de Lezeta.

No se trata, por lo tanto de una picadura como tal sino de una mordedura, que resulta dolorosa y que puede provocar fuertes cuadros de alergia, debido a la saliva de la propia mosca. Desde la asociación reclaman medidas de control profesional, especialmente en las zonas más afectadas —los cauces de los ríos—, como son los municipios de la ribera del río Ebro, Andalucía, Aragón, Cataluña, Madrid, Murcia y Comunidad Valenciana.

«No es una especie invasora, la mosca negra es autóctona, pero desde hace varios años se observan picos agresivos en sus ataques a humanos. De ahí que veamos tan necesario hacer frente a esta plaga que se está convirtiendo en un problema de salud pública» explica Fernández de Lezeta. «Desde la Asociación recomendamos realizar los tratamientos de prevención en los meses de enero y febrero, ya que, a estas alturas del año, y cuando la plaga se encuentra en pleno apogeo, tan sólo nos queda aplicar medidas de choque y recomendaciones ciudadanas para mantenerlas alejadas».

—Vestirse con ropa clara, sin colores demasiado llamativos que puedan atraer a los enjambres.

—Evitar pasear por el curso de los ríos o zonas cercanas a los mismos, especialmente a última hora de la tarde.

—Instalar mosquiteras en puertas y ventanas en las zonas de riesgo.

—Evitar la acumulación de agua en el exterior de la vivienda y mantener cubiertos los depósitos de agua.

—Controlar los desagües.

—Utilizar repelentes certificados (sobre todo los que contienen citronela).

—Lo más importante es no rascarse, ya que la herida puede infectarse y empeorar la situación.

—Mantener la zona limpia y lavarse con agua y rabón.

—Aplicar hielo para bajar la inflamación o aplicar pomada con un contircoide suave.

—Ante la duda siempre es recomendable acudir al médico para evitar un empeoramiento de la situación.

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