La incertidumbre en el mercado del automóvil sigue vigente, y a pesar de las demoras en las entregas de vehículos nuevos debido a la crisis de los microchips, muchos usuarios tienen ya la necesidad de cambiar de coche, y se plantean qué coche comprar. La nueva reglamentación de etiquetado implantada por la DGT prácticamente obliga a comprar un vehículo de la categoría CERO o ECO, donde se incluyen los eléctricos, híbridos enchufables y microhíbridos. Si nuestra opción pasa por recorrer más de 20.000 kilómetros al año la mejor compra sigue siendo un diesel microhíbrido. A pesar del aumento del precio de los combustibles, el rendimiento kilométrico que ofrecen los diesel no tienen rival ante los gasolina. La otra alternativa es comprar un coche movido por GLP o GNC, (Gas Licuado de Petróleo, o Gas Natural Comprimido), siempre que llenemos el depósito con Gas prioritariamente. Si nuestros recorridos anuales no superan los 20.000 kilómetros el abanico de opciones se amplia a los puramente eléctricos, que ya alcanzan autonomías superiores a los 400 kilómetros, o un híbrido enchufable que nos permitirá circular durante más de 50 kilómetros en ciudad en modo eléctrico y luego usar el motor térmico para recorridos más largos, y en todos los casos llevaremos la etiqueta CERO o ECO en el parabrisas.
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