Las gélidas temperaturas que estamos teniendo en los últimos días hacen que cuando vamos a coger el coche por la mañana nos encontremos con que ... tienen una capa de hielo en el parabrisas. La mejor forma de quitarlo sin dañar el parabrisas es arrancar el motor, poner la calefacción con el aire dirigido a la parte superior y el ventilador a la máxima potencia. El aire irá tomando temperatura poco a poco y así se evita un cambio brusco que pueda dañar el parabrisas. Puede tardar entre dos o cuatro minutos, en función del grosor de la capa de hielo, pero al final acaba funcionando. Es importante no activar los limpiaparabrisas hasta que el hielo no este completamente derretido para no dañar las escobillas. Si la capa de hielo es muy gruesa y no queremos esperar ese tiempo, la solución es utilizar una rasqueta de plástico o en su defecto una tarjeta de crédito, nunca un instrumento de metal que podría rayar el cristal. También resulta eficaz rociar el parabrisas con alcohol porque este producto se congela a una temperatura mucho más baja que el agua, pero si la capa de hielo es muy gruesa suele resbalar y no funciona. Lo importante es no iniciar la marcha hasta que tengamos una visibilidad completa tanto frontal como lateralmente, incluyendo los retrovisores.
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