La alcaldesa de Gijón, Carmen Moriyón, y la vicealcaldesa, Ángela Pumariega, anunciaron la compra de los terrenos de Naval Gijón que son propiedad de la ... Autoridad Portuaria. La operación se ejecutará en abril. La superficie que ocupaba el antiguo astillero es de 60.087 metros cuadrados, correspondiendo el 60% de la parcela al puerto gijonés y el 40% restante a Pequeños y Medianos Astilleros en Reconversión (Pymar). La compra se realizará por 5,1 millones de euros, que serán aportados con el remanente del ejercicio presupuestario de 2023. La primera tarea del Ayuntamiento será la redacción del Plan Especial, siguiendo lo estipulado en el Plan General de Ordenación. La ejecución del proyecto se iniciará en 2026. Tal como consta en el PGO, el 80% de los terrenos tendrán un destino productivo, relacionado con la pesca, la acuicultura, la navegación, la biotecnología marina y las energías renovables. El restante 20% tendrá usos compatibles (dotacionales, oficinas) y complementarios (hotelería, hostelería, comercial, recreativos, espectáculos). En definitiva, el proyecto 'Naval Azul' será una combinación de actividades propias del medio marino con iniciativas del sector terciario. En la actualidad, las actividades de la economía azul facturan 700 millones al año y concentran el 14% del empleo. La reserva de suelo para usos residenciales que proponía el PP, socio minoritario del gobierno municipal, no se contemplan. Ángela Pumariega, portavoz popular, señaló que el proyecto presentado era viable sin necesidad de tener que construir viviendas.
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Para llevar a cabo el plan, el Ayuntamiento necesita disponer también del 40% del suelo propiedad de Pymar. Desde el equipo de gobierno se lanzó una oferta de compra por una cantidad algo superior a los dos millones de euros, partiendo de tasaciones actuales. En Pymar debe de predominar un enfoque realista. Es cierto que en 2008 condonaron una deuda de 38,7 millones de euros a Naval Gijón, a cambio de quedarse con los terrenos del astillero colindantes con el Acuario y la urbanización de Poniente. Tenían la expectativa de poder construir viviendas, pero esa posibilidad nunca quedó reflejada en los planes de urbanismo. La actividad naval está tan presente en el imaginario colectivo de los gijoneses, que siempre se mantuvo el uso industrial. El plan de urbanismo les conduce a la venta del terreno o a formar parte de una colaboración público-privada para el desarrollo urbanístico de los terrenos. Todo indica que el Ayuntamiento y Pymar llegarán a un acuerdo.
El área comprendida entre los muelles de la antigua Sociedad de Fomento y el puerto de El Musel tuvo un gran desarrollo industrial en el siglo pasado, llegando a haber media docena de astilleros con más de 6.000 empleos, entre sus plantillas y las empresas auxiliares. Con las crisis del petróleo (1973 y 1979) el sector entró en pérdidas, dando paso al cierre de los astilleros, hasta quedar solo Juliana, que al ser vendida por Vulcano a Armón, forma parte, en la actualidad, del mayor grupo naval privado, especializándose el astillero gijonés en gaseros, ferris, buques 'offshore' y pesqueros. El alcalde Vicente Álvarez Areces acometió una reforma profunda de una parte de la bahía, con la ganancia de suelo público, la recuperación del entorno de Poniente y la creación de dos playas urbanas. Desde 2009, año en que cerró las puertas el astillero Naval Gijón, la tarea de regeneración urbana de la zona oeste quedó aplazada, siendo ahora retomada por el equipo de gobierno Foro-PP. El proyecto mantiene el hilo conductor del medio marino como denominador común de las actividades. Tiene grandes potencialidades, al recuperar el litoral, devolver a la ciudad una perspectiva que estaba vedada, revalorizar los barrios adyacentes y convertirse en un atractivo para los turistas. Reúne las condiciones para convertirse en una imagen representativa de la ciudad y de la región, que pronto será refrendada por los asturianos como ejemplo de espacio pensado para el trabajo y el disfrute del ocio.
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