¿Quieres despedir a tu mascota? Puedes hacerlo en el nuevo canal de EL COMERCIO

Ver fotos

Alfredo Canteli, Alfredo Quintana, José Ramón Prado y Alfonso Pereira.

1.200 años forjados en piedra

Aniversario. La Catedral celebra sus doce siglos con una misa en rito hispano-mozárabe presidida por la Cruz de los Ángeles: «La alegría tiene que abarcar a toda Asturias»

ALBERTO ARCE

Jueves, 14 de octubre 2021, 01:23

La Diócesis de Oviedo fue fundada por el monarca Alfonso II en el año 811. Transcurridos diez años desde aquel momento, el 13 de octubre ... del 821 se dedicó el primer altar de la Catedral. 'El Casto' había mandado erigirlo sobre los vestigios del que levantó su padre, el rey Fruela. Ayer se cumplieron 1.200 años exactos desde la consagración original de la 'Sancta Ovetensis' a El Salvador y sus doce apóstoles, y la vetusta Catedral abrió sus puertas para festejarlo con una solemnidad que apenas se deja ver en dos o tres momentos cada siglo. Un concurrido «cumplesiglos» celebrado con una misa por el milenario rito hispano-mozárabe. La forma litúrgica casi perdida que reinaba en tiempos del primer peregrino y que no se realizaba en la capital asturiana desde la festividad de Santa Eulalia de 2003.

Publicidad

Una celebración distinta y «un cumpleaños nada convencional», manifestó el deán, Benito Gallego, al inicio de la ceremonia. Extraño, porque ofició de espaldas a los fieles, mirando al oeste, con la presencia imponente de un órgano casi constante del coro del Seminario ejecutando algunas de las músicas más antiguas de la tradición en canto gregoriano. «Es el cumpleaños de algo a lo que queremos y la alegría tiene que abarcar a toda Asturias, porque la Catedral es de todos los asturianos: no solo de Oviedo, sino también de Gijón, Avilés o Cangas del Narcea», proclamó desde el altar, que estuvo presidido en todo momento por la Cruz de los Ángeles, que data del 808 -solo un poco más anciana que la Gran Basílica Metropolitana-.

Algo, del mismo modo excepcional, que no sucedía desde el Jubileo de las Cruces de 2008. Y además, con cientos de fieles copando las bancadas del templo, ya librado de las restricciones de aforo por la pandemia después del estreno de la nueva normalidad tras las etapas más duras de la covid-19. En palabras del presidente del Cabildo Catedralicio, «es un motivo de alegría también que haya tanta gente en un miércoles, día de trabajo, y gracias al fin de las restricciones».

En ese sentido, el de los agradecimientos, el fundamental, clamó el deán, fue para el trabajo «de las sucesivas generaciones de obispos y canónigos que han dado vida a nuestra Catedral con el culto, y con el cuidado vigilante y esmerado del edificio, que ha hecho que llegara hasta nosotros en un estado de salud razonablemente bueno». Esto es, continuó, «después de haber superado peripecias bélicas, revolucionarias, meteorológicas y el simple paso del tiempo, que va dejando secuelas». Hitos negativos para la piedra que se han ido solventando con continuas restauraciones, obras e ingentes cantidades de recursos económicos -más de 5 millones de euros solo en el último cuarto de siglo-. Por eso, agregó al final, «agradecer con obras, en este sentido, supone ayudar a conservarla y embellecerla». Al tiempo que instó a los fieles a mirar al templo no solo desde un punto de vista artístico, arquitectónico o histórico, sino «teológico».

Publicidad

De nuevo, los ediles del equipo de gobierno asistieron a la consecución pausada del dialogado, más largo y participativo rito hispano-mozárabe, desde la primera bancada, encabezados por el alcalde del municipio, Alfredo Canteli. Junto a ellos, los diputados del Partido Popular en la Junta General del Principado, Teresa Mallada y Pablo Álvarez-Pire. Por su parte, el concejal de Turismo, Alfredo García Quintana, quiso aprovechar la ocasión, en los instantes previos a la misa, para defender que la Catedral «es uno de los pilares de nuestra ciudad desde muchos puntos de vista y con una importancia tremenda para el área turística». Tanto, que antes de que termine el año ejecutarán una inversión de 100.000 euros para adecuar los accesos a la torre gótica.

Quien no pudo asistir, «contra su voluntad», excusó el deán, fue el arzobispo, Jesús Sanz Montes, por encontrarse en Madrid en la ejecutiva de la Conferencia Episcopal, de la que forma parte. Sin embargo, todo marchó como se esperaba, y con la compañía del liturgo, el canónigo José Luis González Vázquez, para dar las indicaciones precisas en las distintas fases de la liturgia. Al menos, las que han llegado hasta nuestros días, porque, según explicó él mismo, de aquel rito nos faltan cientos de páginas «arrancadas de misales, antifonarios y cantorales» cuando se adoptó el rito romano.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

1 año por solo 16€

Publicidad