La vida en torno a un parque
El Campillín, una de las zonas verdes más amplias de Oviedo, entre Arzobispo Guisasola, Padre Suárez y Marqués de Gastañaga
COVADONGA DEL NERO
Lunes, 29 de agosto 2022, 01:48
No se trata de un barrio como tal, pero la vida existente en torno al que es el segundo parque más grande de la capital asturiana dice lo contrario. Los jardines del Campillín forman parte de los enclaves emblemáticos, y desconocidos para los turistas a pesar de su relevancia, de la ciudad. Entre las calles Arzobispo Guisasola, por arriba; Padre Suárez, por abajo; y Marqués de Gastañaga, en su límite con el casco histórico, esta zona verde sirve de nexo entre El Antiguo y el barrio de San Lázaro.
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A su alrededor, negocios de todo tipo, como supermercados, bares y restaurantes, oficinas bancarias, parkings privados y zonas de estacionamiento, siendo una de las zonas más cercanas al centro con tantas plazas de zona azul. Además, varios edificios de viviendas, a su alrededor, y la iglesia de Santo Domingo, junto al colegio del mismo nombre. También se encuentra, con vistas directas al parque, la sede del Colegio de Arquitectos de Asturias.
«Esto cambió muchísimo; se construyó todo»
Hay que remontarse setenta y tres años atrás, como se puede ver en una fotografía de los verdaderos creadores de la tienda de alimentación que, ahora, se ha convertido en el negocio más antiguo de la zona del Campillín. José Antonio Menéndez y María Dolores Sacristán vivían del trabajo como profesor de escuela de él, hasta que encontraron el local en la calle Arzobispo Guisasola. «Se ganaba poco como profesor y decidieron abrir una tienda de alimentación, con todo tipo de productos», una especie de ultramarinos por aquel entonces. Hoy reconvertido casi en un supermercado de comercio local. Ahora, son sus hijos José Antonio y Julio César Menéndez quienes regentan La Granja.
Dos personas que «vivimos prácticamente metidas en esta tienda, donde nos criamos y mi hermana ni siquiera había nacido cuando mis padres la abrieron». Tras tantísimos años en aquella calle, Menéndez explica que «esto cambió muchísimo, se construyó todo».
Una zona que «no tenía ninguno de estos edificios de alrededor, se fueron construyendo a lo largo de los años». En aquellos tiempos, «solo había el Seminario y las Escuelas Blancas y Fuente del Prado con algunas casas bajas». «Fue creciendo hasta convertirse en todo un barrio, con el edificio de cristal también», recuerda Julio César Menéndez. Una zona en la que, resalta, «hay muchísimo paso de camino al mercado de El Fontán».
Si bien recuerda Menéndez que «cuando convirtieron la calle Arzobispo Guisasola en unidireccional, con dos carriles hacia la rotonda de San Lázaro, pensamos que estaban cometiendo un error y que nos afectaría, pero resulta que siguen pasando muchísimos coches y, al final, tienen que cruzar por aquí si quieren salir del Campillín». Además, «la gente pasa caminando, pero esos coches también nos ven, es un gran escaparate». Unas calles que, rodeando el parque, cuenta con «multitud de negocios de comercio local».
El parque del Campillín es uno de esos espacios que, a pesar de ser totalmente conocido por los ovetenses, pocos conocen su historia. Hay que remontarse al siglo XVIII, a aquella zona conocida entonces como 'Campo de los Herreros' por ser la ubicación de un mercadillo de todo tipo de objetos y antigüedades. De ahí se quedó, precisamente, el nombre.
«Por esta zona pasa muchísima gente a diario»
Se estaba terminando el verano del pasado 2021 cuando Mariano Catalán, ya con la idea de abrir una frutería en su mente desde hacía meses, se decantó por uno de los bajos comerciales de la calle Arzobispo Guisasola. Concretamente, escogió uno ubicado a la altura del número 24, en plenas inmediaciones del parque del Campillín. Fue el 26 de agosto de 2021 cuando inauguró su frutería, De la tierra a tu mesa, en la que apostó por la calidad de los productos para cautivar una zona en la que, además de la cantidad evidente de vecinos con la que cuenta, tiene también multitud de transeúntes.
«Estuve buscando por muchas zonas de Oviedo», asegura Catalán, que es vecino precisamente de otra zona de la capital asturiana, pero que vio «todo lo que estaba buscando en este local». Lo que estaba buscando, para que su negocio saliera como se esperaba, era «una zona por la que pasara mucha gente y que tuviera vida comercial también». Y la encontró.
«Por aquí, las inmediaciones del parque, pasa muchísima gente a diario», asegura Mariano Catalán. «Pasan personas que pasean por la zona, los vecinos de aquí, y también todos los que van desde el barrio de San Lázaro hacia la zona centro», indica el dueño de la frutería más joven de la zona. Y en ese ir y venir de personas «encuentras clientes». Una zona que cuenta con «multitud de bajos comerciales», apenas se cuentan con una mano los cerrados en la calle Arzobispo Guisasola. No solo la parte comercial está bien, sino que las vistas hacia el parque dan cierta sensación de estar más cerca de la naturaleza y un poco más lejos de la ciudad.
Además, «tiene multitud de sitios para aparcar, aquí estaciona gran parte de la gente que va hacia el centro», lo que significa aún más movimiento en una zona que, si no fuera por sus negocios comerciales, sería solo de paso. «Estamos encantados aquí».
Pero el verdadero origen del jardín se debe a la época de posguerra. Hasta la guerra civil, había viviendas en aquella zona, pero un bombardeo durante la cruda contienda destruyó todo lo que allí había y terminó siendo una zona libre, en la que se creó el parque de manera posterior.
En sus más de 12.000 metros cuadrados de naturaleza, se pueden encontrar varios elementos arquitectónicos. Concretamente, cuatro: una escultura en homenaje a la XX Trobada Mundial de Peñas Barcelonistas, la de Simón Bolívar, una dedicada al 60 Congreso Mundial de Periodistas Deportivos; y, por último, un Homenaje a Ramón Pérez de Ayala. Este monolito es una dedicatoria al escritor, que nació en la parte alta de la zona, próxima a la calle Campomanes. También, cuenta con un olivo plantado como símbolo de reencuentro y fraternidad entre Oviedo y el pueblo judío.
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