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«Era una conversación íntima y privada, y cuando la vi en las redes me faltó el aire»

La víctima declara que nunca consintió a su expareja la publicación de sus comentarios, de índole sexual, mientras él niega su autoría

A. ARCE

OVIEDO.

Miércoles, 11 de noviembre 2020, 00:53

«Era una conversación íntima y privada, y cuando la vi en el Facebook me faltó el aire, tuve que ir al centro de salud porque me ahogaba». Así comenzó ayer, en el Juzgado de lo Penal número 4 de Oviedo, el relato de la víctima de un presunto delito de revelación de secretos después de que su expareja subiese a las redes sociales capturas de pantalla de conversaciones de índole sexual mantenidas entre los dos cuando aún estaban juntos. «En ningún momento consentí esas publicaciones», sentenció.

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Los hechos vienen de atrás y fueron desencadenados, clarificó después la letrada de la víctima Ángela Álvarez, por el anterior juicio que llevó al hombre ante el juez. Sobre él pesa una condena de nueve años y medio de prisión por violar y maltratar a la víctima, cuando aún eran pareja, en un piso de Gijón en la madrugada del 11 al 12 de marzo de 2017.

Dos años después de este suceso y antes de ser condenado, apuntó el fiscal en las conclusiones, «trataba de exonerarse de culpa publicando esa conversación de carácter íntimo mientras tenía abierto un proceso por agresión sexual y maltrato».

No obstante, esas conversaciones tampoco eran recientes en aquel momento. Lo parecía por la imagen de perfil de la mujer y el fondo de pantalla del procesado, expuso la víctima, pero habían tenido lugar dos años antes, cuando aún eran pareja. «Había una foto actual mía en ese pantallazo y eso me puso nerviosa, porque yo le tengo bloqueado y no tenía forma de conseguirla», aclaró.

El acusado, por su parte, que permanece en prisión y a sus espaldas tiene otra condena por un delito similar de revelación de secretos de otra pareja anterior y otro de lesiones y allanamiento en León, negó la mayor. «Yo no compartí esas conversaciones ni hice esos comentarios», explicó ante el tribunal, para apostillar a renglón seguido que tanto la cuenta de la red social Facebook como la de Whatsapp desde las que se habían subido las capturas de pantalla de los comentarios no eran suyas, y que «cualquiera pudo reproducirlas con un programa informático» para incriminarle. Su defensa, ejercida por el letrado Ramón Rodríguez, solicitó la sentencia absolutoria por falta de pruebas «más allá de meras conjeturas», indicó en las conclusiones.

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Con todo, el fiscal mantuvo la petición de pena de un año de cárcel por el delito de revelación de secretos tras tachar de «película» la declaración del procesado. La acusación particular, asimismo, mantuvo la inicial, de cinco años de privación de libertad con el agravante de género.

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