Detienen a un hombre por realizar más de ocho mil llamadas injuriosas a emergencias

En ninguna de sus más de ocho mil llamadas a los servicios de emergencias precisaba ayuda. En ninguna de estas, que realizó desde 2019, se encontraba mal ni tenía una urgencia. Todas las conexiones, según la Policía Nacional, las hizo «con ánimo de injuriar y obstruir el servicio». El presunto autor, un hombre de 49 años, ha sido detenido por un delito de desobediencia grave.

Según explica la Jefatura Superior en un comunicado enviado ayer, realizó 3.789 llamadas al 091 y 4.957 a la sala de emergencias del 112, constatando que también hubo llamadas similares a la Policía Local de Gijón.

Todo se descubrió a partir del pasado mes de abril, cuando el Centro Inteligente de Mando Comunicación y Control 091 de la Jefatura Superior de Policía de Asturias, donde se centralizan todas las llamadas a la Policía Nacional, dio cuenta de la recepción de un volumen importante de llamadas por parte de un hombre, quien «llamaba únicamente para increpar e insultar a los operadores de dicha sala».

La Brigada Provincial de Información inició una investigación sobre los hechos, constatando las más de ocho mil llamadas con motivos injuriosos. Una vez identificado el usuario de la tarjeta telefónica desde la que se realizaban las llamadas, se procedió a la detención del hombre de 49 años por un delito de desobediencia grave, «al hacer caso omiso de los reiterados requerimientos de los operadores de emergencias para que dejase de ocupar las líneas de emergencia».

Tras pasar a disposición judicial, ha quedado en libertad con cargos a la espera de juicio.

La Jefatura Superior recuerda, en su comunicado, que la pena impuesta para los delitos de desobediencia grave que se encuentra recogida en el artículo 556.1 del Código Penal es de tres meses a un año de prisión o multa de seis a dieciocho meses.

También hace hincapié en la utilización responsable de estos servicios de emergencia, que al margen de las consecuencias penales que conllevan, pueden originar el menoscabo del servicio en una llamada que verdaderamente necesite la intervención de un servicio de emergencia, donde incluso puede existir riesgo para la vida humana.