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Uno de los agentes, pilotando un dron en el aula de formación del cuartel de Buenavista, durante la primera jornada de protocolos policiales. ALEX PIÑA

«Los drones han venido para quedarse pero podría ser un delito pilotarlos»

Cincuenta y cinco agentes de la Policía Nacional asisten en el cuartel de Buenavista a la primera jornada sobre aeronaves remotas

ALBERTO ARCE

oviedo.

Jueves, 5 de marzo 2020, 00:54

El CTR (Control de Tráfico Aéreo) es una zona vigilada que forma una burbuja alrededor de cada aeropuerto para proteger el tráfico de entrada y de salida. En Asturias se configura como un enorme rectángulo de mil pies de altura (300 metros) durante un radio de 30 millas (55 kilómetros) y comprende buena parte de la zona central. En ese espacio existe una limitación casi total para el vuelo de drones sin un permiso especial de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA). «Los drones han venido para quedarse, y una buena parte de la ciudadanía no lo sabe, pero cuando pilota una de estas aeronaves de forma lúdica podría estar cometiendo un delito administrativo como mínimo. Debemos estar preparados».

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Así comenzó ayer, en palabras del inspector jefe de Seguridad Ciudadana de la Policía Nacional de Avilés, Carlos Jaime Martínez Rey, la primera jornada de formación sobre protocolos de actuación con drones en el complejo policial de Buenavista. Una velada formativa dirigida a 55 agentes de la Policía Nacional que versó sobre la legislación vigente en esta materia -muy por detrás de los avances tecnológicos con drones-, la casuística de los incidentes, los principios de navegación aérea y un pequeño estudio sobre los aparatos más comunes en el mercado.

«Con el dron ha pasado lo mismo que con los patinetes, han salido a la calle de forma desmesurada y ahora toca regular», afirmó el agente. Además, relató, «la Policía Nacional lleva más de un año y medio utilizando estos sistemas para fines prácticos y de investigación con multitud de aplicaciones como los seguimientos discretos, control de masas e investigaciones, pero también son una amenaza», sentenció.

Y es que, en ese sentido, el agente también explicó lo «fácil» que es hackear uno de estos dispositivos, la posibilidad de convertirlos en un «arma», y la «necesidad» de implementar sistemas antidrones como el Caelus del aeropuerto de Barajas. «En España aún no se ha producido ningún ataque con drones», señaló, pero lo cierto es que con uno se puede derribar un avión.

El acto estuvo presidido por el jefe superior de Policía de Asturias, Juan Jesús Herranz Yubero, que explicó que «no estamos empezando ahora, es un tema de futuro y que avanza tanto que la legislación no puede seguir el ritmo». En sus palabras, los drones «son una herramienta con dos caras: sirven para cometer delitos, pero también son un método muy importante de investigación», concluyó.

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