Escanciado simultáneo

Homenaje a la sidra en Oviedo

«Este es el gesto que nos define a los asturianos»

La plaza de la Catedral se convirtió en el mayor chigre al aire libre sin olvidar su pasado histórico. El motivo no era otro que celebrar, con orgullo, el reconocimiento de la cultura sidrera asturiana como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco. Y el mejor modo de festejarlo fue con un escanciado simultáneo –se repartieron 400 botellas– para brindar por un mismo sentimiento y con un protagonista de excepción: el rey Alfonso II 'el Casto', encarnado por el actor Ramón Langa, que además de disfrutar de la sidra leyó un manifiesto en su defensa.

Ante la 'Santa Ovetensis', con la huella de un personaje histórico y una bebida que también lo es, poco a poco la plaza se fue llenando. Desde las siete de la tarde, la cola para recoger las botella y vasos era ya larga. El ambiente, de fiesta. Una fiesta identitaria. «Vine aquí por la botellina y por reivindicar algo que ye muy nuestro», declaró Susana Galán, una ovetense que, como muchos otros, no quería perderse la cita. Para ella, la técnica era lo de menos: «Muchos casi ni sabían escanciar, pero no importa Lo importante es el gesto», afirmó, resumiendo el espíritu del evento.

El acto, impulsado por Otea con el apoyo del Ayuntamiento de Oviedo, sirvió como un homenaje a la bebida que vertebra la identidad asturiana. Su presidente, José Luis Álvarez Almeida, fue el encargado de escanciar el primer culín y de poner voz al sentir general. «Esta cultura sidrera ya podemos decir con orgullo que es patrimonio inmaterial de la Unesco», proclamó entre aplausos. Destacó que el escanciado es «un gesto que en muchos establecimientos se convierte en un arte» y que, en definitiva, es «el gesto que nos define a los asturianos». Añadió que, si bien Otea siempre rinde homenaje a la sidra, «este año es el primero que lo festejamos con el reconocimiento de patrimonio inmaterial y también lo celebramos con los turistas».

A su lado, Begoña López, directora general de Desarrollo Rural del Principado, subrayó la importancia de toda la cadena de valor. «La sidra es patrimonio vivo, y Asturias ha logrado mantenerlo como una práctica contemporánea. Todo comienza con los productores de manzana», recordó.

El concejal de Turismo y Hostelería, Alfredo García Quintana, explicó que la celebración «estaba prevista para el pasado 3 de junio. Lo aplazamos, pero no lo olvidamos», comentó, demostrando el compromiso de la ciudad con este festejo.

El rey Alfonso II 'el Casto', se dirigió a los presentes: «Vasallos, servidores devotos de la Sidra de Asturias. ¡Qué gusto da volver a casa y sentirse tan querido! Sé que los tiempos han cambiado, que de aquel reino al que dediqué 51 años de mi vida queda muy poco. Me complace comprobar, sin embargo, que al menos dos cosas permanecen. Una: el Camino Primitivo de Santiago, con origen en Oviedo. Y dos: la fidelidad a una bebida que ya en mis tiempos asentaba el ánimo, vigorizaba el cuerpo y entonaba al caminante. De hecho, todo peregrino, al salir de Oviedo, llenaba su cantimplora con Sidra de Asturias, que refrescaba en los regatos y que, por la sed que da el Camino, rara vez le alcanzaba para llegar a la tumba del apóstol», declaró con orgullo. La sidra, siempre en el corazón de todos.

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