Las familias del colegio de Latores urgen nuevas inversiones en las instalaciones

El colegio público de Educación Especial de Latores nació en los años ochenta en la finca Fontaniella con una capacidad para ochenta y cinco alumnos, pero en la actualidad están matriculados doscientos. Una cifra que se va incrementando, entre otros motivos, porque «no existen más alternativas para llevar a nuestros hijos con necesidades especiales», explican las familias.

Como consecuencia, el centro «está colapsado« y la Asociación de Madres y Padres (Ampa) muestra su preocupación. »Las instalaciones son muy viejas y desde el Principado no llevan a cabo ninguna inversión«, reprochan José Manuel de la Grana, Elisa Collado y Verónica Menéndez. El Ayuntamiento, aunque no tiene esta competencia, realizaba hasta ahora obras menores, pero ya ha advertido que a partir de septiembre dejará de costearlas.

La Consejería de Educación, por su parte, cubrió «uno de los patios y llevó a cabo la insonorización», pero las familias urgen más mejoras. «Se han tenido que ir desdoblando aulas para que pudieran entrar todos los niños, lo que hace muy complicado dar clase ya que muchos tienen sillas de ruedas«. De hecho, hay fotografías en las que se ve esa necesidad de dejar las sillas de ruedas en los pasillos. Para disponer, en ese espacio imposible de ampliar, la capacidad necesaria para poder tener clases suficientes–de entre tres y siete alumnos, dependiendo de sus necesidades–, también »se utilizan oficinas o zonas finales de algunos pasillos«. Algo que »nada tiene que ver con los docentes del centro, que hacen un trabajo excepcional ante las dificultades que tienen«, agradecen los padres.

De la Grana, Collado y Menéndez destacan, además, un problema «increíble» en un colegio en el que sus alumnos tienen problemas físicos y muchos requieren de mayores espacios para acceder. «No cumple la normativa de accesibilidad; hay un ascensor pero no con la normativa vigente. El colegio no da más de sí«, concluyen los progenitores de los alumnos. Cuando lo comunican a la Consejería de Educación, aseguran, »se escuda en la construcción del nuevo colegio, en Montecerrao, pero la realidad es que aún no se ha comenzado con ello y su construcción nos pondrá en 2027 por lo menos«. Demasiado tarde, valoran las familias: »Estos niños necesitan ciertos recursos que no tienen«.

El Principado acaba de adjudicar el proyecto del nuevo centro a Jovino Martínez Sierra por 163.0000 euros.

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