«Aunque llueva, los niños de Oviedo tendrán sus juguetes»

Casi no cabía un alma en el Palacio de Exposiciones y Congresos del Calatrava; ayer, Sus Majestades los Reyes Magos de Oriente recibieron a los pequeños de Oviedo en una primera jornada marcada por la ilusión infantil y nerviosismo y, también, más inclusiva. La novedad de este año, según atestiguó Leticia González, concejala de Políticas Sociales, fue la inclusión de una fila prioritaria para niños con diversidad funcional o cualquier discapacidad. No faltaron pictogramas para niños con trastorno del espectro autista e intérpretes de lenguaje de signos. «Es una Navidad diferente en Oviedo», declaró la edil, y espera «servir de ejemplo a otras ciudades». Los niños y los padres, en aquel primer grupo. Cerca de 45 inscritos pudieron acercarse los primeros a los Reyes Magos, quienes escucharon atentos sus peticiones y recogieron sus cartas.

«Todos nos traen cartas, algunos incluso dobles», bromeaba ayer el Melchor. Y todo está preparado: «Hay que estar allí para verla, toda la gente de Oviedo debe hacer un esfuerzo tremendo porque es una cabalgata maravillosa y, aunque llueva, los niños tendrán sus juguetes», destacó.

Precisamente, el pequeño Mateo Valle, de 7 años, y su hermano Yago, de 3 años, fueron a sentarse en sus rodillas a pedirles sus dinosaurios de juguete, aunque Mateo aseguró que «si llueve, veo la cabalgata desde mi casa; tengo muchas suerte porque también vi la de Papá Noel». Los regalos, cree, están asegurados por que se han portado muy bien «y los Reyes lo saben».

Como él, a los pies de lo sillones de Sus Majestades hacían cola varios niños acompañados por sus padres, algunos más parlanchines y nerviosos que otros. Manuel Lebiere, de 5 años, llevaba de la mano a su hermana Inés, de 2 años, cuando regresaron de hablar con el rey Gaspar, contentos con los caramelos que les habían regalado. «He hablado con Melchor y con Gaspar, les he pedido una espada láser y una casa de muñecas para mi hermana», dijo feliz mientras afirmaba con un fuerte 'sí' que había sido bueno. Lo corroboraba también Gaspar, declarando que este año «tenemos unas referencias buenísimas de los padres y los colegios, que los niños de Oviedo estén tranquilos porque les vamos a llevar muchísimos regalos».

Baltasar, con el pequeño Víctor Montague, de 4 años, en su regazo, avanzó que «ya está todo preparado para la faena de por la noche»; una información que hizo feliz al pequeño Víctor, que pidió que le trajeran una bici. Poco antes, los hermanos Nico y Leo Turienzo, de 5 años, ya habían hablado con el de Oriente, y se mostraban contentos tras saber que su camión de bomberos y su barco pirata estaban ya de camino. «Nos ha dado caramelos», dijeron ilusionados.

Los Reyes Magos seguirán recibiendo hoy a los niños de Oviedo desde las 11 hasta las 14.30 horas en el Calatrava, luego, a partir de las 18.30 horas, tendrá lugar la tradicional cabalgata. Menos de una hora después, adorarán al Niño Jesús.