La música suena de nuevo en los estudios del Centro Pedro Bastarrica

En noviembre, el coordinador del centro, Rubén Rodríguez, bajó la persiana sin saber que pasarían casi seis meses hasta que volviera a levantarla. Ahora las cosas han cambiado un poco: «La situación es más floja que antes de la pandemia», asegura el coordinador, a pesar de casi completar la oferta de los cursos. Las grandes diferencias están relacionadas con el aforo. «Ahora solo puede haber tres personas por sala», explica Rodríguez. Tanto es así que en el grupo de rock tienen que dejar a uno en casa. «Esta vez ha sido el bajista, pero porque está de exámenes», justifica uno de los integrantes. Por ello, cuando la banda al completo puede ensayar van a otros locales de ensayo.

«Aquí venimos dos días. Como nos gusta ensayar tres, ese restante vamos a La Casa Furia, donde podemos ir todos». Mientras, el grupo Fernández ensaya al completo por ser tres los participantes. «Cuando cerró el centro, nosotros tuvimos que parar», cuenta Miguel Fuentes, guitarrista. Y es que una de las normas del centro es que los músicos pueden ensayar un máximo de dos días a la semana, una hora y cuarenta minutos en cada una de las ocasiones. Esta es la norma que rige los seis locales de ensayo que oferta el centro, pero también hay condiciones en las aulas donde se dan los cursos.

«Ofrecemos cursos de bajo, batería, guitarra eléctrica, canto moderno y saxo», enumera el coordinador. En cada una de estas modalidades -impartidas de manera 'online' durante estos meses de cierre-, participan dos alumnos además del profesor. Ese es el máximo, de nuevo tres en la sala. La mitad de las plazas ofertadas son de iniciación y la otra mitad, de perfeccionamiento. Además, pronto comenzarán con los talleres 'online'. De momento, no están cerrados los temas, pero el año pasado fueron cuatro: teoría y práctica de armonía moderna para bajo eléctrico, producción musical en home estudio, iniciación a la realización de videoclips y la guitarra en el rock.