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Esther Fernández revisando el papeleo clínico de su hijo de tan solo seis años con Trastorno del Espectro del Autismo. E. C.

La odisea de Pedro, el niño ovetense con autismo que sufrió un calvario de un mes por una muela: «Solo era cuestión de actitud y querer»

Su madre, Esther Fernández, denunció una lista de espera de meses en la sanidad pública para una extracción urgente. Tras una lucha titánica y dos visitas a Urgencias, consiguió una solución por su cuenta el mismo día que la Consejería de Salud le ofreció un quirófano

Martes, 5 de agosto 2025, 20:41

Un mes de dolor constante, incomprensible y atroz. Ese ha sido el calvario de Pedro Rodríguez, un niño ovetense de seis años diagnosticado con TEA - ... Trastorno del Espectro del Autismo- en grado tres. Pedro no habla, no puede expresar verbalmente qué le pasa, pero su cuerpo ha sido el reflejo de su sufrimiento. Su madre, Esther Fernández, notó hace un mes las señales de alarma. «Sufre un dolor constante que no comprende. Llega a autolesionarse», explica.

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El diagnóstico llegó rápido: una caries y una fístula en una muela de leche. En atención primaria no podían hacer más y fueron derivados a la unidad bucodental del Hospital Monte Naranco, especializada en pacientes con discapacidad. La solución era clara: «Nos dijeron que había que sacar la muela, pero hay una lista de espera de meses». ¿Cuántos? Nadie supo concretar. Quizás tres, quizás seis.

Para la sanidad pública, sacar una muela no se consideraba una urgencia vital, pero para Pedro y su familia lo era todo. La desesperación llevó a Esther a buscar una salida en la sanidad privada. El presupuesto fue un mazazo: 2.000 euros. «Es injusto que tenga que pagar esa cantidad para sacarle la muela. Nosotros podemos permitírnoslo, pero habrá familias que no tienen este dinero», lamenta. La elevada cifra se debe a la necesidad de sedar al niño, un procedimiento complejo por su autismo.

Mientras, el estado de Pedro empeoraba cada día. «Grita, llora, se autolesiona y ha perdido peso», relata su madre. La situación les llevó a visitar las urgencias del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) en dos ocasiones. Les mandaron a casa.

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La segunda visita fue aún más frustrante. Ingresaron a Pedro en la UCI y lo sedaron. Un cirujano maxilofacial analizó la situación y confirmó lo evidente: la muela tenía que ser extraída. Sin embargo, al no haber un dentista de guardia, no se la quitaron. «Si el niño ya estaba dormido, se la podrían haber sacado, pero no quisieron hacerlo los de Maxilofacial o no les apeteció», critica Esther con impotencia. De nuevo, vuelta a casa.

El peregrinaje incluyó dos tandas de antibióticos que solo provocaron diarreas, dos visitas a las urgencias del centro de salud, cinco o seis viajes al Monte Naranco, llamadas al 112 y hasta un escrito dirigido al presidente del Principado, Adrián Barbón. «Hasta la psiquiatra del HUCA nos dijo que había que buscar una solución porque esto estaba afectando gravemente a su comportamiento. Nuestro caso era prioritario», insiste la madre.

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Una solución agónica y una llamada tardía

La desesperación de la familia culminó el pasado domingo con un giro inesperado. Tras publicar un vídeo denunciando su caso, y mientras esperaban una primera cita privada para el día 18 que solo alargaría la agonía, Esther logró lo que parecía imposible. «Con paciencia y buena actitud, han podido sacarle la muela a mi hijo», confirmaba ese mismo día, aliviada. Finalmente, no tuvo que desembolsar los 2.000 euros.

La ironía del destino quiso que, el mismo día en que la familia encontraba por fin una solución, sonara el teléfono. Era una llamada de la Consejería de Salud, informándoles de que ya tenían un quirófano preparado para Pedro. Una oferta que Esther tuvo que rechazar porque el problema, por fin, estaba resuelto.

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Este diario se puso en contacto el domingo con la Consejería de Salud para conocer su versión. Fuentes oficiales aseguraron que «ante este tipo de casos hay un protocolo» y que «no hay listas de espera», sino que se busca «el momento y el lugar adecuados con el personal profesional» para atender al paciente.

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