Policías de paisano reforzarán la vigilancia en El Antiguo para frenar el gas de la risa
El Ayuntamiento incrementa la seguridad para localizar a los que «trapichean con la sustancia» y evitar su consumo
A. A.
OVIEDO.
Jueves, 24 de febrero 2022, 00:37
Durante los últimos fines de semana, el gas de la risa volvió a aparecer con fuerza por las calles de la zona del ocio nocturno de El Antiguo. Sus restos se perciben durante las madrugadas en forma casquillos metálicos que quienes se encargan de distribuirlo llenan de óxido nitroso y venden a 3 o 5 euros, según a quién se compre, tirados en el suelo o alojados sobre las tapas de alcantarilla en calles como Salsipuedes o Mon.
Publicidad
Para erradicarlo, y tras llevar a cabo hace meses una campaña similar, el Ayuntamiento reforzará el servicio estas semanas con policías de paisano para blindar la zona y dar con los «camellos». De anunciarlo se encargó ayer la concejala de Juventud, Covadonga Díaz, tras mantener una conversación con el edil de Seguridad Ciudadana, José Ramón Prado, en la que ambos pusieron de manifiesto la necesidad de aumentar la vigilancia y la diligencia contra la venta de «globos» -así se refieren al producto los más jóvenes-. «Hablé ayer con Prado y pondremos más control policial con agentes de paisano para intentar localizar a quienes trapichean con esta sustancia y evitar que la gente la consuma», advirtió la edil.
La tarea no es fácil. Debido a la facilidad con la que se puede adquirir el óxido nitroso -se utiliza para montar nata, por ejemplo-, se torna complicado establecer un seguimiento de quién o quiénes se hacen con esta sustancia para venderla con fines ilícitos. Lo que obligará a los agentes a estar a pie de esquina, en lugares como el callejón que une la calle Mon con la plaza de Trascorrales, uno de los puntos de venta habituales.
Modas
Hace al menos una década, cuando comenzó a ponerse de moda el consumo del gas de la risa, ciertos establecimientos de ocio nocturno se encargaban de comercializarlo. Tras varios procesos judiciales y una creciente alarma social, ahora este hecho está perseguido y, aunque los hosteleros muestran su preocupación por un posible repunte de su consumo, la Policía Nacional no ha detectado un aumento significativo de esta sustancia.
Esta misma semana, el psiquiatra y experto en adicciones, Julio Bobes, aseguró que el gas de la risa aparece y desaparece «por modas» o cuando un «camello» se hace con una provisión del producto, por lo que envió «un mensaje muy claro de abstinencia total», sobre todo, a la juventud.
1 año por solo 16€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión