«La ubicación de los fuegos y el nuevo horario son inmejorables»

Anoche, Oviedo fue una fiesta. En el parque del Truébano, las casetas hosteleras de El Cristo, muy cerca de Montecerrao, estaban llenas de clientes. Amigos, pero también numerosas familias con niños que disfrutaban de la merienda-cena para «llegar a tiempo a los fuegos». Fue el caso del grupo que formaron Fernando Pejenaute, Ricardo Navas, los niños Sanda y Ramón, Alex Núñez, Sanda Blanco y Carmen Menéndez. «Me parece bien el cambio de hora porque para los críos implica poder ver los fuegos», coincidieron los padres de los pequeños. «Vamos a crear una nueva tradición si mantienen la nueva ubicación: un picnic y ver los fuegos». Leo Moreno, María Álvarez y Fernando López tomaron unos culinos de sidra antes de ir a Montecerrao. «La nueva ubicación y que sea a las diez de la noche es inmejorable», afirmó López. «Es la mejor organización». Mientras, Borja Rodríguez, Elena Torre, Rosa Fernández, Emma Rodríguez, Alma Rodrigo y Erica Lopez, se animaron al son de Tekila antes de disfrutar de «unos fuegos diferentes y únicos».

Tras presenciar de noches de fuegos en Gijón o Avilés, Carmen Fidalgo, Carmen Acevedo y Paula Parroño corroboraron la mayor: «Nos encantaron». Si bien, no les resultó ni fácil llegar a Montecerrao: «Tuvimos que aparcar donde el Calatrava y cuando vienes con alguien que no puede caminar mucho, es un problema llegar hasta aquí», lamentó Fidalgo.

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