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Kiko Veneno y sus compadres: cinco musicazos con mucha guasa en la Semana Grande de Gijón
Superbanda. Kiko Veneno y sus compadres Muchachito, Canijo de Jerez, Tomasito y Diego 'El Ratón' lo dieron todo enla plaza Mayor
Sus nombres en las tablas podrían ser perfectamente los de cinco bandoleros de la Serranía, otros tantos cantineros con guasa o artistas de flamenco, la raíz de la que beben para hacer música feliz y universal con sus propios proyectos o como ahora, entre amigos, retomando su superbanda G-5. Kiko Veneno, Tomasito, Muchachito, Diego 'El Ratón' y Canijo de Jerez son ya grandes por su propia cuenta y juntos, ya se salen, como los pudo disfrutar anoche el público de la plaza Mayor de Gijón en el inolvidable concierto que dieron los cinco.
Veneno ha sido presencia habitual en los conciertos de verano en Gijón y a sus compadres Tomasito y Muchachito, también hubo ocasión de verlos aquí sobre un escenario en los últimos años, pero seguramente pocos de quienes ayer llenaron el aforo habían tenido el privilegio de asistir a una actuación de los tres confabulados con los ex Delinquentes Canijo y 'El Ratón'. Por eso la juerga musical que el quinteto montó tuvo mucho de ir alucinando entre sorpresa y sorpresa. Todas de las buenas y en las que pudieron exhibir tanto sus dotes como magníficos instrumentistas, cantantes de rumba y otros palos, pero sobre todo de carismáticos creadores de una atmósfera festiva casi imposible de no dejarse arrastrar en ella con los pies o con las (p)almas.
Los cinco salieron con sus trajes a rayas de presos y reforzados por otros dos músicos entre rejas, con la locomotora ya a todo gas en el tema de arranque, 'Calla'. Un breve saludo a Asturias y sin perder comba otro temazo, 'El cheque', con tremendo tumbao rumbero final. Y tras confesar el Canijo que «se me ha quitao el virus con unes fabes», acometerían un aceleradísimo y potente 'Quitao'.
Momento de respiro y flamenquillo con 'La fiebre', para volver al baile con swing del sur y Kiko Veneno de solista en 'La moto': «Que levanten la mano a quienes les hayan robao la moto. Vaya... pues menuda seguridad que hay en Asturias», reconocía.
Entraban en terrenos fronterizos con la ley y por eso nada mejor que 'Forajidos', a un ritmo endiablado y toda la plaza Mayor dejándose llevar por él. «¡Fabada! ¡Fabada!», gritaron, reafirmando su devoción por la gastronomía autóctona: «Eso es lo que nos ha dado energía para estar hoy aquí». Y tras la revelación una de sus canciones más surrealistas, 'Badajoz'. A golpe de rumba llegaría su declaración de principios en 'G-5', con Tomasito arrancándose a bailar, remangándose la camiseta sobre la cadera. Y contagiarían la expansión al bailoteo, modalidad bote discotequero con 'Amilele' y su brutal dueto de trompetillas gaditanas y final homérico. Más caña con 'Sancti Petri Boulevard'. Y una juerga interminable con 'Querido Javier', que aún tendría tira y guasa hasta agotar. Tremendos.
