A la décima fue la vencida en El Puerto

Los vecinos de Santa María del Puerto, en Somiedo, llevan en la sangre el espíritu luchador, así que a la hora de presentar batalla constante para conseguir el Premio Pueblo Ejemplar de Asturias tampoco estaban dispuestos a rendirse. En el año 2011 presentaron por primera vez su candidatura, cargada de ilusión, sin saber que la aventura no llegaría a buen puerto hasta una década después. Fue este jueves cuando la Fundación Princesa de Asturias anunció que al fin había llegado su año y que este 2021 atesorarían el galardón por el que tanto habían trabajado. «Somos unos cabezones», confesaba entre risas Pepe Verdasco, el que fuera alcalde de barrio durante nueve de las candidaturas. «Nos lo darían ya para quitarnos de delante», bromeaba.

Mucho más serio, este orgullosísimo vecino aseguraba que, en todo este tiempo, su intención fue siempre «la misma», la de mostrar su realidad, su pasado, presente y futuro. «Hemos ganado porque somos un pueblo de montaña con una gran cultura y con mucha tradición», evidenciaba. «Pese a estar a 1.486 metros de altura, estamos habitados durante todo el año y tenemos gente joven entre los vecinos», presumía.

Su sucesora en el cargo, María Beatriz Hino, secundaba estas palabras y se refería al valor de la que es su gente. «Estamos muy orgullosos de los vecinos que están siempre pendientes de la lucha y del ganado», señalaba. Para ella, que es una más de El Puerto desde hace veintidós años, el reconocimiento la hacía estar «muy contenta» porque sabe muy bien lo que tiene de especial este enclave. «Aquí se mantiene la tradición vaqueira y la trashumancia continúa, aunque no sea a pie como antiguamente», señalaba. Pero si tiene que destacar algo por encima del resto de cualidades es «la lucha y la constancia de presentarse año tras año».

No son Verdasco e Hino los únicos impulsores de la candidatura, porque detrás de esta iniciativa se esconden el Ayuntamiento de Somiedo y también el resto del vecindario. Así lo cuenta Azucena Lorences, concejala y vecina de El Puerto. «La idea surgió en colaboración», apuntaba. «Nosotros nos presentamos con la intención de hacer ver un ejemplo de vida en la alta montaña asturiana». Un rincón en el que «fundamentalmente la actividad económica es la ganadería. Se cría ganado vacuno, de raza asturiana de los valles», relataba.

Lo más importante para ella de conseguir ser Pueblo Ejemplar era que sirviera para «poner de relieve el trabajo y la lucha de todos nuestros antepasados durante siglos». «La gente del pueblo adquirió sus propios pastos. En muchos sitios son comunales y aquí, sin embargo, se los compraron a monasterios y a la nobleza». Pero puesta a elegir alguna de sus cualidades, se queda con su capacidad de adaptarse «al progreso y a la mecanización en el campo».

Lo hicieron, sin perder nunca de vista la conservación de la naturaleza, de la que y en la que vivían: «Los vaqueiros de alzada lucharon con su esfuerzo y con su trabajo por mantener esto». Así que mereció la pena insistir una y cien veces en hacérselo saber al mundo.

Temas

• Principado de Asturias
• Somiedo
• Fundación Principe de Asturias