El extremo Pelayo Morilla pondrá a prueba su recuperación en la pretemporada del Avilés

El Real Avilés busca otro extremo en el mercado de fichajes y desde el lunes tendrá en la pretemporada a uno de mucha calidad. Es el ovetense Pelayo Morilla, aunque está lejos de su mejor nivel competitivo a causa de una sucesión de lesiones en sus rodillas que le han mantenido en el dique seco en los últimos años. Ahora, tras quedar libre con el Sporting, se pondrá a prueba a las órdenes de Javi Rozada, antes de tomar una decisión sobre su futuro profesional, que podría pasar por Avilés si hay una confluencia de factores.

El caso de Pelayo Morilla es similar al que se vivió en el Avilés la pasada pretemporada con jugadores como Mateo Arellano, que se recuperó de su lesión en la entidad blanquiazul y acabó fichando por el Langreo en el mercado de invierno. También participó en entrenamientos del Avilés el portero 'Pichu' Cuéllar, para recalar el verano pasado en las filas del Mallorca.

Morilla fue considerado durante años como la joya de la corona de Mareo y fue pretendido por equipos como el Barcelona y el Real Madrid. El extremo izquierdo regresó la pasada primavera a los entrenamientos tras su última grave lesión en septiembre de 2023. Cerraba así la última estación de su 'vía crucis' particular que comenzó en 2019 y que le ha obligado a hacer un sacrificio físico y mental de forma permanente. Atrás quedan tiempos felices como su debú en el primer equipo del Sporting con 17 años en la temporada 2018-2019.

En el mes de noviembre de 2019, en una acción fortuita de un entrenamiento en Mareo se rompió el ligamento cruzado anterior de su rodilla derecha. A partir de ahí llegaría un calvario que se agravaría con otra lesión en enero de 2021, esta vez en la pierna izquierda. El diagnóstico era aún más demoledor: rotura completa del ligamento cruzado anterior y el menisco externo de la rodilla izquierda. Pero Pelayo Morilla no se rindió y volvió a trabajar sin descanso para recuperase.

El Sporting lo cedió al Algeciras, aunque la mala suerte volvió a cebarse con él a través de una rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda. Otra vez en el punto de partida de una larga y tortuosa recuperación, pero Morilla siguió adelante con tesón para volver a vestirse de corto.

En la última pretemporada con el Sporting Atlético, en un partido en el mes de agosto del verano pasado ante L'Entregu, su rodilla izquierda volvió a sufrir una grave lesión, que le obligaría a tener que pasar una vez más por el quirófano.

A partir de ese momento, volvió a ponerse manos a la obra en la enésima recuperación de la que desafortunadamente se sabe de memoria los pasos. Se ejercitó primero en el gimnasio de Mareo, para volver a pistar el césped el pasado mes de marzo.

Con esos antecedentes y ante la cercanía del final de su contrato, parecía claro que Morilla no continuaría en el Sporting. A partir de este lunes, 22 de julio, tendrá una oportunidad en el Real Avilés. Por el momento, se pondrá a prueba con la plantilla blanquiazul para conocer el grado de recuperación de sus maltrechas rodillas, en especial la izquierda. El tiempo dirá en las próximas semanas si se encuentra a un nivel óptimo y, en ese caso, si hay una posibilidad de que sea el extremo que busca la dirección deportiva del Avilés para completar las bandas.

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