El Real Avilés se reencuentra con la victoria

La puesta en escena del choque disputado este mediodía en el Suárez Puerta fue mejor que en otros duelos, aunque el Bergantiños salió decidido a meter al Avilés en su campo con una presión alta que creó algunas dudas en los blanquiazules en los minutos iniciales. La ocasión más clara para los coruñeses llegaría en el minuto 7 cuando Ouhdadi aprovechaba una pérdida de balón de Gete en el centro del campo para plantarse solo ante Álvaro Fernández, aunque finalmente el remate salió desviado y se fue por la línea de fondo.

Mientras los jugadores del Bergantiños lamentaban su falta de eficacia, el Avilés no perdía el tiempo y lanzaba un contragolpe rápido por la derecha, donde Soler lograba conectar con la incorporación al ataque de Nico Fernández para forzar un córner a favor. Rozada lo había avisado en la previa. Quería recuperar la esencia del inicio de liga en el balón parado, ser un equipo temible, y su mensaje caló hondo en la plantilla, porque en el lanzamiento de esquina volvería a funcionar la pizarra. Un saque en corto ponía el balón en los pies de Gete y el cántabro centraba con calidad para la llegada por el centro del área de Kevin Bautista libre de marca, que remataba a placer y adelantaba al Avilés.

El 1-0 fue una dosis de tranquilidad para los jugadores blanquiazules, que se quitaron de encima los nervios iniciales y se plantaron mejor en el campo a partir de ese momento. Dejaron la iniciativa al Bergantiños, pero los gallegos no encontraban el acierto necesario en los pases para asaltar el área del Avilés. Sólo un remate forzado de Pachón ponía en peligro el marcador, pero, al contrario que en otras ocasiones, el equipo local hacía daño al contragolpe. Esa hambre por aumentar la renta provocó tres saques de esquina consecutivos a favor del Avilés, y de nuevo la estrategia iba a dar sus frutos.

En el minuto 26 de juego, Gete volvía a tomar los mandos para poner en juego un córner, lanzar otro balón de calidad sobre el área y la cabeza de Josín y el olfato de Natalio en boca de gol hacían el resto en otra jugada perfecta de estrategia y definición.

El Bergantiños veía cómo su falta de acierto al inicio del partido le había penalizado por partida doble y los jugadores del equipo gallego intentaron apretar más arriba. En la recta final de la primera mitad tuvieron de nuevo buenas ocasiones de gol, en especial en el minuto 36 cuando Tiago, el mejor jugador visitante, avanzó con el balón deshaciéndose de cuantos jugadores del Avilés salieron a su paso, pero le faltó derribar el muro de Álvaro Fernández, que de nuevo se convirtió en salvador de su equipo para despejar a córner. En el saque desde la esquina otra vez Tiago estaría a punto de marcar pero la defensa del Avilés sacó el balón de forma providencial.

Los coruñeses se volcaron antes del descanso sobre la portería del Avilés, pero el equipo blanquiazul todavía dispondría de dos aproximaciones de peligro sobre el área de Canedo, en un centro de Santamaría que casi remata Natalio y una falta directa de Gete que se fue alta.

El técnico visitante Jorge Cuesta movió al banquillo desde el inicio de la segunda mitad con la entrada al campo de David Álvarez por Ángel Bastos, pero la losa de los dos goles en contra parecía demasiado grande de levantar para el Bergantiños. Los gallegos salieron al campo con la intención de convertir en goles su dominio y buen trato de balón, aunque en apenas nueve minutos les llegaría otro mazazo con el tercer tanto del Avilés.

Isi Ros, que se había mostrado hasta entonces con más voluntad que capacidad de desequilibrio, encontró un buen desborde en velocidad por la derecha para frenar en seco dentro del área y poner con la zurda el balón al centro, donde Santamaría intentó rematar, aunque el balón salió rechazado hacia el borde del área. Allí llegó con fuerza Kevin Bautista, que no dudó en lanzar un disparo más fuerte que bien colocado, con la suerte para él y para el Avilés de que fue desviado por Tiago y se coló junto al palo de la portería de Santi Canedo. El doblete del sevillano, aunque el acta le atribuye el gol al jugador gallego, era la puntilla para las aspiraciones del Bergantiños con casi toda la segunda mitad por delante.

El resto del partido se convirtió en un intercambio de golpes entre la desesperación de los coruñeses por acortar diferencias en el marcador y las ocasiones del Avilés de aumentar la goleada. Javi Rozada reforzó defensivamente el centro con la entrada de Callís por Natalio y más tarde de Osky y Davo por Isi Ros y Nico, con el objetivo de refrescar físicamente a sus jugadores y de frenar a Tiago, una amenaza constante en el Bergantiños.

Los gallegos incomodaron el área local con algunas llegadas de peligro y dispusieron de ocasiones para al menos no irse de vacío en el marcador, pero el Avilés demostró un buen nivel defensivo y de ayudas para saber sufrir y no dejar escapar una victoria que los jugadores blanquiazules no conocían desde el 24 de noviembre ante el Marino de Luanco (1-0), el último partido también en el que no habían encajado goles en contra.