Huesca 3-1 Real Oviedo | El Oviedo cae en Huesca víctima de sus errores

El Real Oviedo cayó en el Alcoraz ante el Huesca víctima de sus errores defensivos, después de un partido en el que tuvo algunos momentos de buen juego, pero también le faltó mordiente en ataque. Los de Rozada llegan al derbi después de tres encuentros sin ganar y con la necesidad de sumar una victoria para salir de los puestos de descenso.

La alineación azul presentó cuatro novedades, con la entrada en el equipo de Arribas, Lolo, Edu Cortina y Sangalli. Sin embargo, lo más novedoso fue el cambio de disposición sobre el terreno de juego. Rozada optó por una especie de 4-3-2-1, con Lolo, Jimmy y Edu Cotina por delante de la defensa y Borja Sánchez y Sangalli más adelantados e intercambiando de costado, con Ortuño en punta. Arribas volvió al once para ocupar la plaza de Javi Fernández.

La idea funcionó en el inicio del encuentro, ya que el equipo presionaba bien la salida de balón del Huesca y robó en un par de ocasiones para iniciar el contraataque. Parecía que los azules habían entrado mejor en el partido y fueron los primeros en acercarse a la portería contraria, aunque sin crear demasiado peligro, pero sobre todo sin pasar por apuros.

Sin embargo, los azules tardaron poco en volver a las andadas. Un error entre los mediocentros y centrales acabó sirviendo para que Raba se quedara solo ante Champagne, que inició tarde la salida y permitió al oscense marcar a portería vacía. Los azules habían tirado por tierra el buen inicio de partido.

La herida estaba abierta y el Huesca aprovechó para seguir haciendo sangre. Solo tres minutos después otro balón a la espalda de la zaga lo aprovechó Cristo para disparar, el rechace de Champagne lo recogió Mikel Rico, que marcó a placer el segundo gol.

Los azules temblaban atrás y el Huesca aprovechaba para seguir percutiendo por el centro, y Juan Carlos tuvo el tercero, pero esta vez Champagne acertó a rechazar con el cuerpo y desbaratar un tanto que ya se cantaba en la grada. Los azules fueron capaces de cortar la hemorragia y volver a alejar a los locales de la portería de Champagne, ya que cada aproximación era una situación comprometida ante el portero.

Christian Fernández metió a los azules en el partido, cuando tras varios rechaces en un saque de esquina, colocó un cabezazo ajustado al palo ante el que nada pudo hacer el portero. Los azules tomaban aire y volvía a meterse en un partido que estuvo cerca de quedar listo para sentencia en la primera media hora. Los carbayones volvieron a tener en Borja Sánchez a su jugador más comprometido con el balón y él único capaz de crear alguna jugada de peligro. No obstante, estaba poco secundado por el resto de compañeros y acabó siendo presa de la defensa bien organizada de los locales.

Tanto cambió el partido que los de Rozada pudieron irse al descanso con tablas en el marcador. Sin embargo, apareció Álvaro Fernández para meter una mano providencial a un buen remate de cabeza de Christian Fernández. El cántabro lo intentó una y otra vez por su banda y también sacó algún buen centro. En la contra de esa jugada también pudo llegar el tercero, pero se entretuvo Juan Carlos y Arribas acabó llegando para mandar a saque de esquina finalmente.

Al final, se llegó al descanso con la victoria por la mínima de los locales, tras una primera mitad en la que los azules volvieron a ser un equipo endeble en defensa y regalar acciones demasiado claras a un equipo de la calidad del Huesca, que aprovechó dos de las que tuvo. No obstante, el equipo tuvo algunos momentos en los que hizo cosas bien, la presión alta, la circulación de balón en algunas acciones, pero le faltaba gente arriba que acabara de generar suficiente peligro para inquietar más al Huesca.

Como ya sucediera en el inicio el encuentro, los ovetenses empezaron bien la segunda mitad. Otra vez siendo capaces de ahogar al Huesca cuando trataba de iniciar desde atrás combinando. Faltaba dar más velocidad a las transiciones y, sobre todo, tener gente por delante del balón para buscar el último pase y ser capaces de crear peligro de verdad.

El partido entró en una fase de juego en el centro del campo y dominio alterno, pero con algo más de presencia en el campo contrario de los locales, que hacían más peligro cuando corrían que cuando lo intentaban en juego estático, en el que la defensa azul estaba algo más cómoda. Lo que les seguía faltando a los de Rozada era ser capaces de llegar a la portería contraria con más efectivos para que Borja Sánchez tuviera a quien buscar y poder crear alguna ocasión de peligro.

Rozada buscó algo más de profundidad dando entrada en el campo a Bárcenas por Edu Cortina. El panameño se colocó en la mediapunta para tratar de llegar con su velocidad. Sin embargo, pronto pasó a la banda derecha, cuando Sangalli pasó al lateral, para que Ibra entrara por Nieto.

El árbitro anuló por fuera de juego previo un gol del japonés Ozaki, en el minuto 77, después de consultar el VAR. Eso permitió a los ovetenses seguir metidos en el partido y afrontar los minutos finales en busca del empate.

Aunque los azules lo intentaban, lo hacían sin mucha fe y pronto se vio que estaba más cerca el tercero de los locales, que cada vez estaban más cerca de la portería visitante. En una jugada sin demasiado peligro, en un costado del área, Ferreiro disparó y el balón pegó primero en Christian Fernández y luego en Mikel Rico, para colarse en la portería de un Champagne ya vencido y que no pudo alcanzar el balón.