Borrar
¿Quieres despedir a tu mascota? Puedes hacerlo en el nuevo canal de EL COMERCIO
Oviedo se lanzó a la calle para celebrar el ascenso. Mario Rojas y Damián Arienza
Ascenso del Real Oviedo a Primera

Oviedo se rinde ante su equipo de Primera

La histórica celebración del Real Oviedo por su ascenso culminó en la Plaza de la Escandalera, donde miles de aficionados recibieron como héroes a sus jugadores

Domingo, 22 de junio 2025

Comenta

Oviedo no durmió. O si lo hizo, soñó en azul. Soñó con un grito contenido durante 24 largos años que, por fin, se liberaba para sacudir los cimientos de la ciudad. El domingo no fue un día más en la capital del Principado; fue el día en que la historia se reescribió, en que una generación entera descubrió lo que sus padres y abuelos contaban con nostalgia: la alegría de ser de Primera. Y el epicentro de ese terremoto de felicidad tuvo un nombre propio: la Plaza de la Escandalera.

El festejo comenzó mucho antes de que los héroes del ascenso pisaran el escenario. Nació en el mismo instante en que el árbitro decretó el final del partido el sábado, pero tomó forma corpórea en las calles de la ciudad durante la tarde del domingo. Un autobús descapotable, teñido con el azul oviedista y con la inscripción «Yo no abandoné al Real Oviedo hacia Primera», se convirtió en un altar móvil que recorrió una ciudad entregada. Cada calle, cada balcón, cada semáforo era una excusa para una ovación, para un cántico, para recordarles a los jugadores que lo que habían logrado trascendía lo deportivo; era un acto de restitución emocional para toda una ciudad.

El recorrido tuvo sus paradas institucionales. Primero, en la Plaza del Ayuntamiento, donde el alcalde de Oviedo, Alfredo Canteli, recibió al equipo con los brazos abiertos. Sus palabras reflejaron el orgullo de un regidor que veía a su ciudad volver al lugar que, según él, nunca debió abandonar. Poco después, el presidente del Principado, Adrián Barbón, visiblemente emocionado, compartió la celebración, subrayando que el éxito del Real Oviedo era un triunfo para toda Asturias. Eran los homenajes oficiales, necesarios y sentidos, pero todos sabían que la verdadera comunión, la catarsis colectiva, estaba por llegar.

Y llegó. Cuando el autobús enfiló la calle Uría, el espectáculo fue sobrecogedor. La arteria principal de Oviedo se había transformado en un río humano de color azul. Miles y miles de almas esperaban, apretadas, ondeando banderas. La marea de gente se desbordaba incluso hacia el Campo San Francisco. La espera, cargada de cánticos y nerviosismo festivo, culminó cuando los jugadores, uno a uno, comenzaron a subir al imponente escenario montado para la ocasión.

El estruendo fue ensordecedor. Cada nombre era un trueno. Pero cuando apareció él, el hijo pródigo, la leyenda viva, el tiempo pareció detenerse. Santi Cazorla, el hombre que un día prometió devolver al equipo de su vida a la élite, se plantó ante su gente con la humildad de un canterano y la autoridad de un profeta. Su voz sonaba ronca, «¡Qué voz!», decía, quizá por la celebración de anoche. Ahora, con la promesa cumplida, sus palabras no fueron de autocomplacencia, sino de visión y exigencia. «Sois de Primera como afición, siempre lo habéis sido», proclamó, y la plaza rugió. «Da igual que yo esté o no esté el año que viene. El objetivo es que el club y la ciudad estén con los grandes de la Liga. Pero no nos conformemos, ¡esta ciudad se merece lo más grande!». Era el discurso de un líder, de alguien que no solo había cumplido un sueño personal, sino que había trazado el camino para el futuro, un futuro en el que el Real Oviedo no solo participe, sino que compita al más alto nivel, pero cuyas palabras dejan entrever si Cazorla seguirá al frente.

La fiesta era un crisol de generaciones de oviedismo. Y si Cazorla representaba el talento y la lealtad, otra figura icónica subió al escenario para encarnar la garra y el espíritu indomable: «Doc», Don Diego Cervero. El eterno capitán, el delantero del pueblo, no acudió como invitado, sino como uno más, con la misma euforia desatada que el último aficionado de la plaza. Tomó el micrófono y, como un director de orquesta consumado, quiso rendir homenaje al hombre del momento. «¡Oh, Santi Cazorla!», gritó, y al unísono, miles de gargantas corearon el nombre del mago de Lugo de Llanera, un mantra que se ha convertido en el himno no oficial de esta nueva era.

La banda sonora de la tarde tuvo una ausencia notable pero una presencia espiritual ineludible. Melendi, el autor del himno de la resistencia, «Volveremos», no pudo acudir. Sin embargo, su canción resonó con más fuerza que nunca. Las gargantas, ya roncas de celebrar, entonaron ese estribillo que durante años fue un rezo, una súplica, una promesa. Ahora, cantarlo tenía un matiz irónico y triunfal. Ya no era una aspiración, era un hecho. «Volveremos» se había cumplido. Quizás, como decían algunos entre la multitud, sea el momento de buscar un nuevo himno, uno que hable no del regreso, sino de la permanencia.

En medio de la euforia, el arquitecto de la gesta, el entrenador Veljko Paunović, también tuvo su momento. El técnico, que sabe lo que es saborear las hieles de la derrota como jugador del Oviedo, ha sido el catalizador que en solo tres meses ha transformado la esperanza en realidad. Conmovido, se dirigió a la plantilla y a la afición: «Fuisteis mi familia estos tres meses. Eternamente agradecido». Sus palabras, cargadas de sinceridad, fueron la rúbrica a un trabajo impecable que lo ha elevado a la categoría de héroe en el Tartiere.

La noche cayó sobre Oviedo, pero las luces de la fiesta no se apagaron. La comunión entre jugadores y afición se prolongó, un éxtasis colectivo que desafiaba al tiempo. La Plaza de la Escandalera, testigo de tantas manifestaciones y celebraciones a lo largo de su historia, guardará para siempre el eco de este día. Mañana, y durante muchos días más, seguirá oliendo a victoria, a césped recién cortado de Primera División, a un sueño que tardó 24 años en regresar a casa. Oviedo, por fin, ha vuelto. Y lo ha hecho para quedarse.

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elcomercio Oviedo se rinde ante su equipo de Primera