La planificación de Cervera no se detiene

Hace ya unas jornadas, el entrenador del Oviedo, cuando el equipo logró la permanencia de forma matemática, dejó claro que lo que sucediera hasta el final iba a ser importante para la próxima temporada. Sus palabras sonaron entonces a que acabar con buenas sensaciones sería positivo y generaría cierta confianza.

Sin embargo, el pasado domingo, tras la victoria ante el Racing, Cervera quiso insistir en que lo que se había hecho en este final de curso no se puede extrapolar a la próxima campaña. En concreto, el técnico afirmó que «nadie se piense que con esto quedamos cuartos el año que viene sí o sí». En cualquier caso, no obvió que un final así puede ser «un buen punto de partida».

Es evidente que uno de los aspectos que el entrenador azul pretende que se mejore es la plantilla. Una mejoría que parece que pasa por incorporar jugadores que se adapten mejor a su forma de entender el fútbol. A su llegada, Cervera se encontró la plantilla hecha y solo pudo 'retocarla' en el mercado de invierno, en el que buscó sobre todo velocidad y profundidad.

También dijo recientemente el entrenador que la defensa es la línea que menos necesita reforzarse para la próxima temporada, ya que es la que más jugadores tiene con contrato y además se adaptan a sus gustos. Centrales contundentes y de envergadura y laterales rápidos son la base de una zaga que solo podría precisar de un segundo lateral derecho para acompañar a Lucas.

Las mejoras apuntan al centro del campo y al ataque, donde el equipo buscará nuevos efectivos para satisfacer las necesidades que el técnico ha trasladado a la dirección deportiva. En lo que no hay duda es en que Cervera quiere seguir aplicando su estilo al equipo, ya que recordó que lleva muchos años entrenando en la Segunda y sabe lo que es y lo que quiere de su conjunto. Su definición de la categoría es «aciertos y muchos errores» y por ello considera que desde su llegada, gracias a lograr limitar los errores, pudieron dar un salto puntuación.

Por todo lo anterior, el entrenador oviedista entiende que la clave de la mejoría de los suyos en la última fase de la competición fue que «este equipo empezó a quitar cosas y dejó de hacer muchas mal», aunque mantiene su espíritu crítico y asegura que «seguimos haciendo cosas regular». Por ejemplo, pierden, insistió, «demasiados balones con mucha facilidad y el rival mantiene la posesión también con facilidad». La conclusión en Segunda División es que se puede competir «defendiendo bien, estando ordenado y con gente rápida arriba».