El Real Oviedo, ante una semana clave para atar a Maksimovic

«Nos falta un jugador en cada línea». La frase la pronunció Veljko Paunovic el pasado viernes cuando hizo su primera valoración sobre la marcha de la planificación de la temporada del Real Oviedo. Esta semana apunta a ser la definitiva para cerrar el centro del campo, siempre y cuando el Panathinaikos no reserve ninguna sorpresa desagradable en la salida de Nemanja Maksimovic, que es el principal objetivo de los azules para una posición clave y que cuenta con el respaldo absoluto del técnico oviedista.

Una de las obligaciones que tiene el Oviedo en este mercado de fichajes es elevar el nivel de su plantilla. La que compitió en Segunda División la pasada campaña fue catalogada como la mejor que tuvo el club desde su regreso al fútbol profesional y logró el ascenso. Hay una parte del bloque que se mantendrá en la máxima categoría, pero hay retoques obligados para dotar de la experiencia y la calidad necesaria a los que busquen la permanencia. En ese perfil encaja a la perfección Maksimovic. Sus más de 200 partidos en Primera División le dan el poso necesario para poder ayudar al objetivo de la salvación en la categoría de élite.

El principal escollo para su llegada está en el Panathinaikos. Los griegos han demostrado ser un club duro en las negociaciones a lo largo de la historia y no parece que la historia vaya a ser diferente en este caso. El futbolista hace tiempo que ha dado el visto bueno a reencontrarse con Paunovic, con el que conquistó el Mundial Sub 20 en 2015. Sobre su mesa hubo intereses de otros equipos española, como el Valencia, que le tiene en su agenda y al que conoce de primera mano después de haber jugado en Mestalla en su primera experiencia en España en la campaña 2017-18. El factor Paunovic juega a favor del Oviedo a la hora de su decisión final.

El Panathinaikos ya le había dejado claro a Maksimovic que no facilitaría su salida antes de que finalizase la primera eliminatoria que abre las puertas de la Champions League. La semana pasada se disputo el encuentro de ida contra el Rangers, con triunfo escocés por 2-0. La vuelta se juega mañana, a las 20 horas y, sea cuál sea el resultado, parece que será el momento de saber si todo lo hablado se mantiene en las mismas condiciones y el centrocampista puede viajar de inmediato a Oviedo para unirse a la pretemporada azul.

Que la entidad oviedista esté dispuesta a desembolsar una cifra cercana a los dos millones de euros da medida de la importancia que le dan a esta operación. Es una cantidad similar a la desembolsada ya por otro fichaje como Luka Ilic, que llega desde el Estrella Roja, después de haber sido uno de los mejores jugadores de la Superliga Serbia. Ambos movimientos llevan el sello de Paunovic, que confía ciegamente en las posibilidades de dos piezas llamadas a ser claves en sus esquemas.

Maksimovic se formó en las categorías inferiores del Estrella Roja y de allí pasó al Verona, todavía en edad sub 19. Cuando se cerraron las puertas del primer equipo, se marchó a Eslovenia para firmar con el Domzale. Su siguiente parada fue el Astaná y allí completó dos temporadas que le valieron para llamar la atención de la dirección deportiva del Valencia, que le hizo un contrato por cinco temporadas, aunque su protagonismo en Mestalla fue escaso ya que apenas disputó 550 minutos, repartidos en 15 partidos.

En el curso siguiente fue el Getafe el que decidió apostar por él y pagó cerca de cinco millones de euros por su traspaso. En el Coliseum alcanzó su mejor rendimiento y se mantuvo allí durante seis temporadas, siendo una pieza clave para todos los entrenadores y acumulando 207 partidos. A la finalización de su contrato, no renovó y se marchó al Panathinaikos, con el que en el pasado curso disputó un total de 47 partidos, en los que marcó cuatro goles y repartió otras tantas asistencias.

Si se confirma su llegada, Paunovic tendría otra de las piezas claves en la composición de la columna vertebral de su equipo para competir en Primera División.

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