El Real Oviedo de Primera arranca bien la pretemporada ante el Getafe

La primera prueba del Real Oviedo del regreso a la elite dejó buenas sensaciones durante más de una hora y la confirmación de muchas de las virtudes que Veljko Paunovic instaló la pasada campaña en los azules. El equipo tiene firmeza defensiva y capacidad para aprovechar las ocasiones y algunos de los nuevos apuntaron las maneras que el oviedismo quiere ver. De forma especial, Luka Ilic. Solo los cambios masivos desordenaron al conjunto y permitieron el empate del Getafe. Pero el camino arranca con buenas sensaciones.

Paunovic retomó los partidos, más o menos, en el mismo sitio en que lo había dejado el pasado 21 de junio. El primer once de la pretemporada dejó claro que la confianza del serbio está en el bloque que sacó al equipo de Segunda División. La defensa fue la misma que se midió al Mirandés. Aarón Escandell tiene los galones de la pasada campaña y Moldovan deberá trabajar para desplazar de la titularidad al valenciano. No hay duda en el dueño del lateral derecho. Nacho Vidal llegó a Oviedo para eso y Rahim espera competencia en el otro costado. La pareja David Costas y Dani Calvo se mantiene una campaña más y también esperan por más efectivos.

Fue la sala de máquinas donde aparecieron las dos únicas novedades. Con Santiago Colombatto en Oviedo para evitar problemas con las molestias físicas que arrastró en las últimas sesiones y con Santi Cazorla en el banquillo, se abrieron huecos para dos de las caras nuevas. Alberto Reina y Luka Ilic estrenaron la camiseta azul. El andaluz pareció perfectamente adaptado a sus nuevos compañeros y aportó calidad con el balón y dinamismo con mucha movilidad. El serbio dejó destellos de lo que puede ser en el equipo. Se ofreció en la creación, buscó pases peligrosos y pisó el área siempre que pudo.

En la zona de ataque, Hassan, Fede Viñas y Chaira arrancaron de inicio. Al marroquí le costó entrar en juego, aunque amenazó siempre que pudo y se midió a Femenía. Más desborde tuvo Hassan, que puede ser igual de amenazante que en Segunda. Mientras, a Fede Viñas hay que darle más tiempo para que pueda trabajar con continuidad y demostrar sus muchas virtudes.

Sufrió en el arranque el Oviedo. El Getafe, más rodado y afrontando su segundo amistoso, salió mejor plantado en el campo, sobre todo comandado por Luis Milla y por un viejo conocido del oviedismo como Javi Muñoz. Ahí le ganaban la partida a Sibo y además amenazaban con Liso y Sancris y con la movilidad de Borja Mayoral y Mykyta. Un disparo de Liso, un error defensivo de Hassan y un tiro de Sancris fueron las ocasiones más claras de los madrileños. A los azules les costaba tener la pelota, pero no parece que vayan a estar incómodos en ese papel.

Después de un primer aviso de combinación entre Viñas e Ilic, llegó la diana. Hassan ganó altura por la derecha, centró al área y Viñas tocó de cara para la llegada de Ilic. El nuevo jugador azul llegó de segunda línea y con la izquierda alojó el balón en el fondo de la red. Buena carta de presentación y confirmación de que es un futbolista con capacidad para hacer gol.

Tras el paso por los vestuarios, Paunovic sólo hizo cuatro cambios. Moldovan sustituyó a Aarón y entraron Brandon, Forés y Rondón en lugar de Charia, Hassan y Viñas. El equipo se puso con dos delanteros y fue Ilic el que se tiró a la banda derecha. Bordalás tampoco modificó en exceso su equipo, pero sí dio entrada a Coba, que generó muchos problemas a los azules.

Superada la hora de partido, Paunovic decidió modificar casi todo y dio minutos a muchos canteranos, como Yayo, Marco Esteban y Omar Falah. También compareció Santi Cazorla, que dejó detalles de su calidad y dibujó un pase medido que Lucas, también recién incorporado, estuvo a punto de convertir en el 0-2. Sorprendió la ubicación de Borja Sánchez, formando doble pivote con Yayo, muy lejos de su sitio natural. El canterano protestó una falta que le señaló el árbitro y que Milla convirtió en un regalo para el cabezazo de Borja Mayoral, que puso el 1-1 en el marcador.

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