De ruta hasta el pico Prieto: una senda sencillísima que recala en el techo de Corvera
Bosque, río, trazas del Camino de Santiago, de la Senda del Agua… una ruta muy sencilla y apta para toda la familia que asciende, sin esfuerzos, hasta la cima más alta de Corvera: el pico Prieto.
Primero fue Raimundo González y, años después, Miguel Ángel Muñiz (guía de montaña conocido como «Tira pal monte»): ambos escribieron sendos libros con 78 rutas, una por cada concejo asturiano; todas enfocadas en llegar al punto más alto de cada municipio del Principado.
Datos de la ruta
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Tipo de ruta: Circular
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Dificultad: Fácil
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Distancia aproximada: 10 km
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Tiempo aproximado: 2h30
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Desnivel aproximado: 279 m
En palabras de Muñiz, «ponerse como meta subir a los techos de todos los concejos de Asturias es una forma como otra cualquiera de hacer turismo, pero con otra perspectiva». Eso sí, Miguel Ángel aclara que algunos de estos techos pueden ser muy intrincados, altísimas cumbres difíciles de ascender para el común de los senderistas (como, por ejemplo, el Torrecerredo, techo de Cangas de Onís pero también de Asturias)
Sin embargo, hay otros techos mucho más asequibles que suponen un ligero y agradable paseo para conquistarlos. Techos como este, cuya ruta aquí se describe, en el concejo de Corvera: el pico Prieto. Un monte muy discreto al que se accede tras un agradable paseo por la espesura.
Efectivamente, no puede decirse que el Prieto sea un pico altísimo ni lleno de repechos asomados a paisajes cambiantes. Se trata de un techo sencillísimo, libre de complicaciones técnicas y casi de esfuerzos, que tiene su vértice en el centro de un bosque asomado a Avilés, con su ría y su paisaje industrial. En el camino a ese vértice, el sendero avanza por pistas forestales y orillas de río, sencillo pero lleno de encantos.

Apta para toda la familia, esta ruta puede ser una opción senderista ideal para combinar con un plan gastronómico, una visita a los principales núcleos poblacionales de la comarca de Avilés o con alguna otra excursión, como la de la Senda Verde del agua, llena de detalles interesantes.
En definitiva, que la de hoy es una excursión «azúcar»,que se adentra a través de recodos boscosos en busca de un alto (no muy alto) que resulta ser el lugar de más altura de todo Corvera. Un recorrido para un paseo tranquilo o para combinar con otros planes por la zona y crear un día completo de disfrute y de turismo con otra perspectiva.

Se comienza a andar desde la plaza de Juncedo, un pueblo de la parroquia de Molleda a unos 6 kilómetros de Nubledo, capital de Corvera. En el mismo lugar en el que se aparca ya se pueden ver paneles informativos sobre rutas de la zona. Atravesando el pueblo, se toma la dirección hacia la Senda verde del agua.
Una vez en la Ruta del Agua se alcanza un cruce del que parten 3 pistas: hay que tomar el sendero del medio, que sube de manera directa hasta el pueblo de Los Espinos. Una vez en él, aparece un nuevo cruce: en esta ocasión hay que seguir la traza del Camino de Santiago (pero a la inversa), la cual introduce en un bosque poblado y tranquilo. Por él, a través de pequeños subes y bajas, se sigue avanzando.

Tras el paseo por la espesura se alcanza un tercer cruce: hay que ir hacia la izquierda, saliendo por un camino de tierra que avanza encontrándose con las orillas del río Arlos.
Enseguida, se alcanza la carretera: hay que cogerla, otra vez hacia la izquierda, para enseguida empezar a subir –de forma ligera- hasta un collado, justo debajo del pueblo de Grandellana.
En este punto aparece el cuarto cruce del día: en él toca poner rumbo hacia el Acebo, un nuevo núcleo rural en el que aparecerá un quinto cruce.
Tras recalar en el Acebo, toca abandonar la carretera para tomar un camino de tierra, a mano izquierda, que avanza dirección a un bosque en el que destacan enormes y verticales eucaliptos. Hay que subir, de manera moderada, alcanzando un pequeño collado a poco más de 300 metros de altitud.

Ya queda muy poco: el sendero está justo debajo de la cumbre buscada. Sólo hay que poner rumbo a mano izquierda, superar uno súltimos repechos y llegar –sin problemas- a la cumbre buscada, la cima más alta del concejo de Corvera, desde la que se contempla la ría avilesina, pintada en un paisaje que se tiñe de verdes eucaliptos y aires industriales.

Tras la oportuna y necesaria parada de rigor en la cumbre, se retoma el camino de subida hasta el collado que está bajo Grandellana. Desde ahí, toca andar un pequeño trecho de carretera para seguir bajando por el Camino de Santiago, una traza que devuelve a Los Espinos: lugar en el que se toma la senda Verde del Agua para seguir bajando.

Este tramo final discurre por firme de hormigón: cuando la pista termine, sólo resta girar a mano izquierda para regresar a Juncedo, pueblo en el que se comenzó a andar y en el que ahora se pone fin a esta sencilla ruta hasta el techo de Corvera.
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