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Coronavirus | El contagio en la red geriátrica regional afectó a medio centenar de centros

Coronavirus | El contagio en la red geriátrica regional afectó a medio centenar de centros

El público de Grado y el privado Jovellanos de Gijón registran el 33% de los decesos, pero ahora la mayoría de enfermos están en Pravia y Siero

CHELO TUYA / JUAN VEGA

Jueves, 23 de abril 2020, 01:41

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Casi seis de cada diez fallecidos en Asturias por coronavirus residía en un geriátrico. Desde el Principado, las consejerías de Salud y de Derechos Sociales y Bienestar han quitado hierro al porcentaje. Lo han hecho con el argumento de que el COVID-19 afecta, mayoritariamente, a las personas mayores y, especialmente, a aquellas que suman a esa condición alguna patología previa, independientemente de donde vivan. Una circunstancia, la de ser mayor y tener alguna patología sanitaria, que es hoy la foto fija de los usuarios de los centros geriátricos. Desde Epidemiología se ha reforzado la teoría que defienden ambas consejerías con una comparativa clarificadora: menos del 4% del total de plazas geriátricas, 15.193, ha dado positivo. Menos del 1% de los usuarios de la red ha fallecido por esta pandemia global. De los más de 200 centros, medio centenar se han visto afectados. Y menos de 25 tienen hoy casos.

Eso no significa que las muertes, 127, y los contagios, 785 entre usuarios y trabajadores, no duelan o preocupen. Lo hacen y mucho. De ahí que, además de multiplicar los test a unos y otros, Principado y empresarios están pensando ya en los cambios que deberá sufrir la oferta de alojamiento para mayores.

Lo sucedido en el mayor centro geriátrico de la región, la Residencia Mixta de Pumarín, situada en Gijón, con 461 plazas y ningún caso positivo, ni entre usuarios ni entre trabajadores, sirve de ejemplo del modelo que marcará el futuro del sector geriátrico: habitaciones individuales distribuidas en plantas que puedan convertirse en estancas en caso de necesidad.

Parece el fin de las habitaciones dobles, salvo para el caso de las solicitadas por parejas, y, sobretodo, el de las estancias de triple capacidad, como todavía tienen algunos centros como la residencia pública de Grado.

En el geriátrico moscón comenzó la pandemia en la red geriátrica asturiana. Y lo hizo justo tras decretarse el estado de alerta. El día 12 de marzo fue el último en el que se permitió el acceso de familiares al centro. El día 19 se produjo la primera muerte. Tras ella llegarían veinte más, así como más de 70 contagios, entre residentes y trabajadores. Además de la medicacilización del centro por parte del Servicio de Salud del Principado (Sespa).

«Todo ocurrió muy rápido»

A partir de ahí, el número de fallecidos, contagiados y centros afectados no ha dejado de crecer. Durante los primeros días, parecía que solo la red geriátrica pública estaba afectada. Tras Grado, la residencia Palacio del Villar, en Castrillón, se convirtió en el segundo foco de contagios y víctimas, hasta llegar a los diez decesos y cinco residentes aún enfermos.

En la residencia pública de El Cristo, en Oviedo, donde trabaja el profesional que dio positivo en Grado (compatibiliza ambas residencias), la situación pareció controlada inicialmente, aunque hoy son cinco los fallecidos y trece los usuarios aún enfermos. A ellas se sumaron, con cuentagotas, las residencias Santa Teresa, Naranco y El Trisquel de Oviedo; Clara Ferrer, de Gijón; la de Arriondas, la de Laviana, la de Riaño, hasta llegar a Pravia, concejo con mayor tasa de casos. En su residencia pública han fallecido seis usuarios y otros 39 están enfermos.

Efectivos del Ejército desinfectan la residencia Ovida, en Oviedo.
Efectivos del Ejército desinfectan la residencia Ovida, en Oviedo. ALEX PIÑA

Y aunque, como decíamos, parecía que la pandemia se extendía por la red pública, las patronales del sector, Aarte y Ascege, advertían de que «solo es cuestión de suerte» y pedían protección y test. Sin embargo, antes que estas medidas, llegaron los contagios y las muertes.

Hoy, junto a la residencia pública de Grado, la privada Jovellanos, de Gijón, encabeza el listado de víctimas, con 21 fallecidos y 29 usuarios enfermos. El principal foco de contagio está ahora en Siero, en la residencia Nuestra Señora de Covadonga que dirige una entidad religiosa. «Todo ocurrió muy rápido», asegura Mercedes de Hoyos, la superiora de un centro, donde, en menos de dos días, se registraron 50 casos y un deceso. Los afectados, la mayoría asintomáticos, ya han sido trasladados a residencias de Gijón y Langreo. Y confirman lo revelado por el último informe epidemiológico: la mayoría de las personas enfermas son mujeres. «Ninguno de los hombres dio positivo», señaló de Hoyos.

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