«El esfuerzo, la exposición, tienen ahora recompensa»

Sí, es un día para la alegría. Para la celebración, entre los miembros de una asociación, Derecho a Morir Dignamente, que llevan 37 años luchando por lo que sucedió ayer, la aprobación de una ley «deseada y luchada». Es, además, el reconocimiento a todas aquellas familias y profesionales sanitarios, a aquellas «personas compasivas», que durante estos años han asumido grandes riesgos para ayudar a quien no podía cumplir su propia voluntad. Y también a quienes han puesto sus casos en primera línea de batalla para concienciar a la sociedad. «Todo el esfuerzo de sus familiares, la exposición pública de su sufrimiento, de su debilidad, ha tenido ahora recompensa», evalúa emocionada su presidenta, Fernanda del Castillo. Para todos los afectados «ha sido muy duro, pero se antepuso la necesidad de explicar lo que ocurría a su propio pudor». Por eso, para la asociación, no hay dudas: «Ha sido un día tremendo de alegría, de emoción. El día de la victoria».

Pero resulta imposible no recordar a «tantas personas para las que esta ley ha llegado tarde». Que pelearon por sus seres queridos, enfrentándose a las consecuencias judiciales, o que murieron. Entre estos últimos, hubo quien se vio obligado a irse de este mundo de manera clandestina y, también, quienes no pudieron acortar su dolor ni un minuto.

A todos ellos se les debía una norma, destaca Del Castillo, «que ha sido aprobada con el consenso de todos los grupos parlamentarios -salvo la gran derecha, Vox y PP-, incluyendo formaciones como Ciudadanos o el PNV. Ha sido un logro político muy importante y también ofrece la garantía de que la ley está respaldada». Tanto que, recuerda, «una gran parte del electorado de los partidos de derechas que se han opuesto están a favor de la eutanasia».

¿Y ahora? Una llamada a los asturianos: «Solo el 0,8% ha manifestado su voluntad en un testimonio vital que permite, en caso de quedar impedido, iniciar el proceso».